China prometió ayer que no venderán armas a Rusia en el marco de la invasión de Ucrania durante la visita de la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, a Pekín, quien se reunió con su homólogo chino, Qin Gang.
“No hemos vendido ni venderemos armamento a las partes implicadas en este conflicto”, ha aseverado Qin después de casi dos horas de reunión con Baerbock, a quien aseguró que las exportaciones que pueden tener fines civiles y militares “ya están controladas por la legislación” del gigante asiático.
Si bien China sostiene que es un actor neutral en el conflicto, por detrás del telón, parece haber estado respaldando a Rusia política, retórica y económicamente en un momento en que las naciones occidentales impusieron sanciones punitivas y trataron de aislar a Moscú por su invasión de su vecino.
En febrero, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que Estados Unidos tenía información que sugería que China habría considerado proporcionar armas y municiones a Rusia. En los pasados días, los líderes europeos emitieron advertencias similares, incluso cuando visitaron China, y el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, arremetió contra Beijing, diciendo que su apoyo a Rusia durante la invasión fue una “violación flagrante” de sus compromisos con las Naciones Unidas.
En este sentido, Qin afirmó que el papel de China en relación con la guerra es “impulsar la reconciliación y las negociaciones de paz” y señaló que “no van a echar más leña al fuego” después de que Baerbock haya instado a Beijing pedirle al presidente ruso, Vladimir Putin, que ponga fin a la guerra en Ucrania. “La única forma de resolver el conflicto es mediante el diálogo”.
Baerbock, por su parte, manifestó que la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Moscú mostró que “no hay otro país que tenga más influencia sobre Rusia”. “La decisión sobre cómo usar esta influencia afecta directamente los intereses principales de Europa”, aseveró.
La ministra ha trazado un paralelismo con el papel de China respecto al proceso de reconciliación entre Irán y Arabia Saudí y ha pedido al gobierno que tome medidas similares ante la cuestión ucraniana “con el fin de acabar con la agresión y lograr la paz”. “China tiene una responsabilidad especial como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU”, ha añadido.
Taiwán. El ministro chino volvió a rechazar “cualquier injerencia de terceros países en la cuestión de Taiwán” a medida que se produce un aumento de la tensión en la zona. Tras el encuentro, Qin advirtió que China “no permitirá ningún tipo de intervención desde fuera”.
“Si otros países verdaderamente respetan el principio de ‘una sola China’, entonces deberían rechazar las actividades separatistas que se dan en Taiwán y que es la verdadera raíz de este problema. China no va a rendirse”, ha afirmado.
Baerbock expresó su preocupación sobre el reciente aumento de la tensión en el estrecho de Taiwán y la posibilidad de que la zona se desestabilice dado que el 50 por ciento del comercio global atraviesa el estrecho.
“La ola expansiva de la crisis económica que podría producirse también golpearía a China, por lo que se podría producir un escenario del terror para el mundo entero”, indicó. “Los conflictos solo pueden resolverse por la vía de la paz”, reiteró, antes de confirmar que Alemania se adhiere al principio de ‘una sola China’”.
