El Gobierno boliviano presentó este jueves 5 de junio una denuncia ante la fiscalía contra el expresidente Evo Morales por “terrorismo” y siete delitos más, luego de que se difundiera un supuesto audio en el que ordena aislar La Paz con bloqueos de carreteras, reveló el ministro de Justicia César Siles.
Todo comenzó el miércoles 4 de junio, cuando un exdirigente cercano al referente cocalero se encargó de difundir en los medios un supuesto registro telefónico en la que se escucha una voz, atribuida al líder social, pidiéndole a sus seguidores que cierren dos caminos de acceso a La Paz, sede de Gobierno.
Durante cuatro días, seguidores de Morales (2006-2019) se han encargado de paralizar las vías más importantes del centro de Bolivia, especialmente el departamento de Cochabamba, corazón de su poder, exigiendo la renuncia del presidente Luis Arce, a quien responsabilizan por la crisis económica y acusan de manipular la Justicia y el órgano electoral para excluir al exprimer mandatario de las elecciones de agosto.

El ministro de Justicia dijo que los delitos por los que denunciaron al expresidente son, entre otros, “terrorismo, instigación pública a delinquir, atentados contra la seguridad de los servicios públicos y obstrucción de procesos electorales”.
La ley establece condenas de 15 a 20 años por terrorismo, el delito más importante. “Hemos pedido al Ministerio Público que actúe con la debida celeridad, que pueda rápidamente admitir esta denuncia”, reconoció públicamente el ministro Siles.
Según las autoridades, este jueves ya se reportaron "más de 40 puntos de bloqueo" en toda Bolivia, un país que, desde 2023, vive una fuerte crisis económica por la falta de carburantes y dólares, luego de que el presidente Arce agotara sus reservas internacionales líquidas para importar combustibles.

La respuesta de Evo Morales
El expresidente habló de la denuncia en su contra en un extenso texto que publicó en su cuenta oficial de X: “Un nuevo proceso se suma a los trece que el Gobierno de Arce me inició en estos últimos meses”.
“¿Acaso con eso resolverán la escasez de combustible que hace dos años golpea a transportistas y familias enteras? ¿O la inflación, que encarece los alimentos y provoca hambre en nuestro pueblo? ¿Acaso amenazando con cárcel devolverán la estabilidad cambiaria?”, agregó.
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El expresidente afirmó: “Intentan silenciarme como si eso calmara el dolor de las madres que hacen fila por un litro de aceite o un kilo de arroz. Persiguen a Evo, como si eso le devolviera al sector productivo la certeza para trabajar cuando no hay combustible ni dólares”.
Y cerró advirtiendo: “Este no es un ataque a una persona: es una amenaza al pueblo que se organiza y levanta la voz. Pactar con la derecha no traerá estabilidad, solo más crisis. Bolivia necesita soluciones, no persecuciones”.
HM/ML