El gobierno brasileño apeló este jueves la decisión de un juez federal de bloquear el nombramiento del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva como jefe de gabinete de la presidenta Dilma Rousseff.
"No hubo desvío" de poder ni un intento de obstruir a la justicia" en el nombramiento de Lula, indicó la Abogacía General de la Unión (AGU), que representa y defiende al Estado, en un comunicado, contrariamente a lo que sostenía el juez que emitió el fallo preliminar.
"No hay en la designación [de Lula] un intento de escapar de una investigación. La finalidad es indiscutible", adujo el ministro jefe de la AGU, José Eduardo Cardozo, que calificó al juez Catta Pretta de ser una "persona que se ha comprometido públicamente con una militancia política" para "acabar con el gobierno" de Rousseff.
En su recurso, la AGU dice además que "la decisión viola frontalmente el principio de la separación de poderes", porque "compete particularmente al presidente de la República la designación y destitución de ministros de Estado, sin que haya algún impedimento legal para la asunción del expresidente".
El nombramiento de Lula le procura foros especiales, y solo puede ser procesado por la Corte Suprema, evitándole comparecer ante el juez Sergio Moro que lleva la causa Petrobras.
"Lula seguirá obligado a responder por todos los actos que supuestamente haya cometido", ante la Corte Suprema, que ya se ha mostrado "extremadamente severa en juicios criminales", indicó la nota del jefe de la AGU.