Ernest Lee Johnson, un hombre afroamericano, será ejecutado este martes 5 de octubre a menos que, a último momento, se le perdone la vida por insistencia del Papa Francisco.
El hombre, de 61 años recibirá una inyección letal por los asesinatos en 1994 de tres trabajadores de una tienda de comestibles -Mary Bratcher, Mabel Scruggs y Fred Jones- durante un robo frustrado en Columbia (estado de Missouri) en el que buscaba obtener dinero para comprar drogas.
Pese a las peticiones de clemencia del Vaticano y sus abogados, que alegan una discapacidad intelectual, el gobernador del estado, el republicano Mike Parson, rechazó los llamados para detener la ejecución.
“El Estado está preparado para hacer justicia y cumplir la sentencia legal que recibió el señor Johnson”, dijo Parson. “Las pruebas demostraron que el señor Johnson hizo todo lo posible para planificar y ocultar su crimen. Tres jurados han revisado el caso del señor Johnson y han recomendado la sentencia de muerte”.
“La afirmación del señor Johnson de que no es competente para ser ejecutado ha sido revisada y rechazada por un jurado y por los tribunales en seis ocasiones, incluyendo una decisión unánime de la Suprema Corte de Misuri”, aseguró el gobernador.
El nuncio apostólico (representante papal) en Estados Unidos, Christophe Pierre, envió una carta al gobernador en nombre del Papa Francisco la semana pasada instándole a detener la ejecución. “Esta petición no se basa en los hechos y circunstancias de sus crímenes” o en la “capacidad intelectual del señor Johnson”, aclaró.
Según la carta publicada por The New York Times, el representante del Vaticano dijo a Parson: “Su Santidad desea poner ante ustedes el simple hecho de la humanidad de Johnson y el carácter sagrado de toda vida humana”.
Los abogados del condenado han intentado en repetidas ocasiones bloquear su ejecución alegando que tiene una discapacidad intelectual y que violaría la Octava Enmienda de la Constitución, que prohíbe los castigos crueles e inusuales.
En una presentación ante la Suprema Corte, los abogados de Johnson dijeron que obtuvo una puntuación promedio de 67 en las pruebas de coeficiente intelectual, el rango de la discapacidad intelectual. Alegaron que su madre y un hermano eran discapacitados intelectuales y que Johnson había nacido con un trastorno del espectro alcohólico fetal.
“El señor Johnson fue retenido dos veces en segundo y tercer grado debido a sus deficiencias intelectuales”, aseguraron, al explicar que abandonó la escuela después de un segundo intento en el noveno grado. Johnson también se sometió a una operación para extirpar un tumor que extirpó hasta el 20% de su tejido cerebral, que según los defensores redujo aún más su capacidad intelectual, según informó AP.
Piden parar “la depravación moral de las ejecuciones”
Por su parte, dos miembros demócratas de la Cámara de Representantes de Missouri, Cori Bush y Emanuel Cleaver, también hicieron un llamamiento a la clemencia, diciendo que la ejecución de Johnson “sería un grave acto de injusticia”. Además, instaron al gobernador a reconocer “la depravación moral de las ejecuciones”.
“Al igual que la esclavitud y el linchamiento, la pena de muerte perpetúa los ciclos de trauma, violencia y asesinato sancionado por el Estado en las comunidades negras”, dijeron Bush y Cleaver, ambos miembros del Congressional Black Caucus, que
En un editorial del 17 de septiembre, el Kansas City Star expresó sus dudas de que el gobernador, quien perdonó a una pareja blanca que apuntó con armas a manifestantes pacíficos de Black Lives Matters, consideraría seriamente la solicitud de clemencia de Johnson. “Ni siquiera nos atrevemos a esperar que la evidencia de que Johnson tiene hoy la conciencia de un niño pueda convencer a nuestro gobernador de conmutar su sentencia”, escribió el periódico.
Por qué fue condenado y cómo será la ejecución
Johnson fue declarado culpable de matar a Mary Bratcher, de 46 años, a Mable Scruggs, de 57, y a Fred Jones, de 58, durante un robo a una tienda de Casey (Columbia) en febrero de 1994. Johnson quería dinero para comprar drogas, dijo la policía. Los tres trabajadores fueron asesinados a golpes con un martillo. Bratcher también fue apuñalado al menos 10 veces con un destornillador y Jones recibió un disparo en la cara. El asesino escondió los cuerpos en una hielera.
Johnson había pedido que su ejecución fuera realizada por un pelotón de fusilamiento y sus abogados argumentaron que la droga de inyección letal que aplica el estado, el pentobarbital, podría desencadenar graves convulsiones que le causaría dolores severos y una larga agonía. La ley de no autoriza la ejecución por fusilamiento y la Corte Suprema de Estados Unidos se negó en mayo a considerar la apelación de Johnson. La Corte Suprema de Missouri, en su decisión del martes, también se negó a detener la ejecución por las preocupaciones sobre la droga.
La pena de muerte se utilizó por primera vez en Missouri en 1810 cuando Peter Johnson fue ahorcado por asesinato. El estado llevó a cabo un total de 285 ejecuciones entre 1810 y 1965, siendo el ahorcamiento el método principal de ejecución hasta 1936, cuando se empezó a utilizar gas letal desde 1937 hasta 1987. A partir de 1987, se agregó la inyección letal como una opción para los reclusos, además de gas letal. Si la ejecución de Johnson se lleva a cabo, será la primera en Missouri desde mayo de 2020.
ds