En su primer Domingo de Ramos el papa Francisco habló ante una multitud estimada en 250 mil personas en la Plaza San Pedro y envió un mensaje a los jóvenes para que luchen contra la violencia y la corrupción.
"Los jóvenes deben decir al mundo que es bueno seguir a Jesús", hay que vencer el mal que hay en nosotros y en el mundo" y a no creer "en el maligno que nos dice que no podemos hacer nada contra la violencia, la corrupción, la injusticia", dijo el Papa.
El primer papa argentino, denunció "guerras, violencias, conflictos económicos que se abaten sobre los más débiles, la sed de dinero, de poder, la corrupción, las divisiones, los crímenes contra la vida humana y contra la creación".
Con respecto a su próximo viaje a Brasil, dijo que "preparad espiritualmente el corazón para la Jornada Mundial de la Juventud", y uso el español, italiano, alemán, inglés, polaco y francés durante el rezo, tras la misa del Domingo de Ramos.