Billy SIx, periodista alemán que permaneció cuatro meses irregularmente preso en el Helicoide, el centro de detenciones del servicio de inteligencia SEBIN, finalmente logró hace unas horas salir de Venezuela. Tomó un vuelo desde Caracas a las 9.45 (hora argentina) y se encuentra en viaje de regreso a Alemania. Como en una novela de suspenso, su partida supuso sortear varios obstáculos e imprevistos.
Gracias al trabajo de sus abogados y la ONG Espacio Público, Six había obtenido el día viernes una excarcelación con medidas cautelares, que le permitía esperar hasta la audiencia preliminar en libertad condicionada, presentándose cada 15 días ante las autoridades locales y con la prohibición de tener contacto alguno con la prensa tanto venezolana como internacional.
"Lo interesante, es que con tantos detalles que tenía la resolución no se le impuso prohibición para salir del país, al menos hasta presentarse a la audiencia. Por ello la urgencia de gestionar su salida mientras contábamos con las herramientas legales a nuestro favor", dijo en conversación telefónica a PERFIL Amado Vivas, abogado de Espacio Público nombrado por Billy Six para su patrocinio.
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El primer gesto del periodista en libertad fue un abrazo hermanado con su abogado a quien no paraba de agradecer aliviado. En seguida fue acompañado a un hotel donde pudo acomodarse y descansar unas horas. Mientras tanto, Vivas junto con personal de la embajada alemana coordinaban la obtención de nueva documentación y su salida del país de forma inmediata.
—¿Cuál era la mayor preocupación que tenían si Billy permanecía en Caracas?
—El riesgo para los periodistas extranjeros en territorio venezolano es cada vez más alto. Prueba de eso fue justamente que este jueves pasado las fuerzas especiales de las FAES habían secuestrado, golpeado brutalmente y amenazado de muerte gatillando un arma sin municiones a la cabeza del periodista polaco Tomasz Surdel. En la semana también se informó desde el sindicato de periodistas (SNTP) que Rafael González, chofer y apoyo local del equipo de CNN internacional, fue interceptado por fuerzas de inteligencia bolivariana y la familia ya no supo más nada. Con todos estos antecedentes recientes, tanto las autoridades de la embajada alemana, como la familia Six y nosotros estábamos muy preocupados por su seguridad si permanecía en el país. No sólo que pudiese ser detenido nuevamente, por su integridad física y su vida también.
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—¿Y Billy Six no estaba preocupado?
—No sólo que no estaba preocupado, sino que no quería irse. Nos costó que entendiera que el riesgo era muy alto. Inclusive por su carácter audaz y su compromiso con la profesión, sabíamos que no se iba a quedar de brazos cruzados. Nuestro temor radicaba en que no iban a darle una segunda chance y si se exponía mínimamente, entonces corría peligro grave. Es más, lo primero que quiso hacer cuando lo llevamos al hotel no fue darse una ducha o comer algo, sino encontrarse con sus amigos venezolanos y colegas. Tuvimos que frenarlo. Nos pusimos muy firmes, aunque comprendíamos su necesidad estar con sus amigos, eso era justamente lo que no podía hacer en una situación tan delicada. El sábado ya decidimos que se quedara en la embajada germana hasta conseguir un vuelo.
—¿Por qué no salió directamente en el primer vuelo que encontraron el viernes?
—Justamente, porque nos costó convencerlo de que lo mejor era dejar el país. Billy se quería quedar. Por suerte no tenía documentos ni pasaporte para moverse solo. Lo cual nos habilitó a manejar el tema con cautela, al tiempo que coordinábamos su regreso a Alemania. Siempre con el temor que las autoridades se arrepientan y se le dictara prohibición de salida. En segundo lugar, conseguir pasajes es muy, muy difícil. Hay pocos vuelos y están sobrevendidos. Recién había vuelo para hoy domingo a las 6 am, llegamos al aeropuerto y tenía 3 horas de retraso. Parecía increíble. No sabíamos si era un retraso normal o forzado porque Billy Six estaba en la lista de pasajeros. Personal de la embajada permaneció en Maiquetía hasta que el avión despegó rumbo a Panamá con conexión a Alemania.
—¿Usted no se quedó hasta el final?
—Cuando ya estaba en el área de pre embarque me fui con la tranquilidad de saber que se encontraba bien acompañado. Por esas casualidades de la vida, en el mismo vuelo estaba la diputada Delsa Solorzano, vicepresidenta de la comisión de DDHH de la Unión Interparlamentaria Mundial quien iba a una reunión de la ONU con activistas en DDHH; se puso a disposición para acompañar a Billy en el último trayecto al avión.
—¿Casualidad?
—Total casualidad. Como dije al principio, esta salida de Billy Six tiene los condimentos de un film de suspenso y una cuota de suerte también. Cuando conseguimos liberarlo, no se quería ir. Cuando aceptó, no conseguíamos vuelo. Llegamos al aeropuerto y el avión no salía … Ahí apareció Solorzano y se puso a disposición, para tranquilidad de la embajada y de Billy. Fueron 48 hs de mucha tensión.
Desde Espacio Público informan que la causa por “por violar zonas de seguridad” que pesa sobre el periodista alemán sigue abierta y será monitoreada por sus letrados desde Caracas hasta el final, lo cual puede ser por tiempo indeterminado.
“La forma de manejarse del régimen es iniciar causas políticas sin asidero, que luego quedan detenidas en el tiempo. No avanzan porque son causas creadas. Van postponiendo las audiencias mes a mes, y así logran mantener a la persona presa y sin garantías, por tiempo indeterminado. Por otro lado, cuando el gobierno da lugar a una liberación, se hace de manera informal. Allí vemos habitualmente, y sobre todo con los extranjeros, esta figura de libertad condicionada con medidas cautelares estrictas, pero al mismo tiempo con libertad para salir del país. Ceden sin conceder, para mantener las apariencias”, finalizó Amado Vivas.