En medio de la mayor sequía de los últimos 100 años, el gobierno de Uruguay se vio obligado a implementar nuevas medidas para garantizar el suministro de agua potable. Entre estas se encuentra la exoneración del IVA de las aguas minerales y sodas, iniciativa que será sometida a votación del Parlamento este miércoles.
En la actualidad, el precio promedio de una botella de agua de 2,25 a 2,5 litros es de $62,6 pesos uruguayos, según un relevamiento del Ministerio de Economía y Finanzas, y de aplicarse la nueva medida este se reduciría a un precio de $49 luego a $44 tras el descuento del Impuesto Específico Interno (Imesi).
En caso de que se apruebe la medida que se someterá a votación tal cual fue enviada por el Poder Ejecutivo, esta regiría hasta que finalice la emergencia hídrica en el país. La misma complementaría la exoneración del Imesi decretada esta semana.
Sin embargo, el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández, sostuvo que no se verán cambios en el precio al consumidor hasta que los empresarios y comerciantes no reciban las botellas de agua con el nuevo valor y se agote el stock que tienen actualmente.
Las medidas se toman en un contexto donde las reservas de agua dulce, sobre todo las de Paso Severino, se reducen diariamente a mínimos históricos como consecuencia de una agudización en la sequía de la zona metropolitana. A su vez, Obras Sanitarias del Estado (OSE) comenzó a tomar agua salada del Río de la Plata para compensar la escasez.
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Como consecuencia, la mezcla de agua salada con un poco de agua dulce provocó un aumento progresivo de sodio y cloruros, superando incluso los límites establecidos hace 15 años en la norma UNIT 833 de 2008, la cual indica que el máximo permitido de sodio era de 200 miligramos por litro (mg/l) y 250 mg/l de cloruros.
En estos momentos el nivel de sodio se ubica en 440 mg/l y el de cloruros en 720 mg/l, dos incrementos que se habilitaron a principios de mayo. De todas formas, según señaló El País, OSE le solicitó al Ministerio de Salud Pública que el máximo de sodio permitido se ubique entre 988 mg/l y 1.324 mg/l y el de cloruros entre 1.700 mg/l y 2.300 mg/l.
Ante la consulta sobre si estos cambios en los valores del agua afectarían a los calefones, Mauricio Ohanian, docente del Instituto de Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República, explicó que un mayor nivel de sodio aumenta la conductividad y esto, junto a un incremento de cloruros, podría contribuir al picado de los equipos de acero inoxidable.
Explicó que la suba de conectividad incrementa la velocidad de corrosión y eso puede derivar en una filtración de la capa de acero que recubre la resistencia, lo que provocaría que esta se queme y haga saltar la llave disyuntora. También podría ocurrir que un sedimento pasible de corrosión provoque una fisura y deje inutilizado al calefón.
Con respecto a la elaboración de alimentos, la industria realizó diferentes cuestionamientos sobre los cambios de los valores del agua, ya que esta no sería la adecuada para la elaboración de determinados alimentos. "Hay algunas líneas de productos que se han dejado de elaborar", sostuvo Fernando Pache, presidente de la Cámara de Industria.
En esta misma línea, Pache señaló que "hay empresas que están evaluando el porcentaje de salinidad del agua de OSE para dejar de utilizar sal", aunque aclaró que esta medida no es aplicable a todas las compañías del sector, ya que la situación se complejiza para los productores de artículos dulces.
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Finalmente, la falta de stock ha sido uno de los inconvenientes más temidos por la población en general, aunque desde el gobierno no esperan que se incremente la venta de agua tras la exoneración de impuestos.
"¿Más de lo que se está vendiendo? Imposible. Ahora se está en una meseta de consumo", sostuvo el presidente de CAMBADU, quien aseguró que las personas están "en el límite de lo que consumen". Así, reconoció que aumentó la frecuencia de distribución de mercadería pero que esta no sucedió a la par de la necesidad generada.
AS/LT