Luego de dos años de pandemia, el Vaticano realizó el primer Vía Crucis sin ningún tipo de protocolo contra el coronavirus, además de que fue una procesión cargada de simbolismo en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania que golpea a todo el mundo.
En un intento de enviar un mensaje al Kremlin y llamar a la paz en Europa, el Vaticano eligió a dos mujeres, de nacionalidad rusa y ucraniana, respectivamente, para que carguen la cruz a través de las distintas estaciones que recuerdan el camino que realizó Jesús antes de ser crucificado, según sostiene la religión católica.
Por esto mismo, la Santa Sede depositó en Dios la “reconciliación de las familias que fueron separadas” y que sufren en este momento en el que "mujeres, niños, hermanos y hermanas" tuvieron que escapar de su nación para protegerse de la guerra.
Tal como sucedía antes de la pandemia, el Vía Crucis se llevó a cabo en el emblemático Coliseo Romano donde miles de personas presencian la vigilia y llevan sus intenciones a dos días del fin de la Semana Santa. Las conmemoraciones de 2020 y 2021, por otro lado, se realizaron en la Plaza San Pedro del Vaticano con una escasa participación ciudadana.
Al finalizar las 14 estaciones que representan el suplicio de Jesús, el Papa Francisco realizó su tradicional bendición y dirigió unas palabras a los fieles antes de que finalice el Viernes Santo. Durante su discurso, Francisco pidió a Dios que "los adversarios puedan darse la mano", en un mensaje directo al líder del Kremlin, Vladimir Putin, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Sin embargo, el Papa evitó condenar de manera directa las acciones emprendidas por Putin.
El motivo del Vía Crucis 2022
Cada año, las meditaciones de la procesión del Viernes Santo están relacionadas con un tema en específico. En esta oportunidad y debido a que el motivo de 2022, elegido por la Iglesia, es la familia, el sumo pontífice confió en los hogares las respectivas meditaciones.
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De esta manera, las familias vinculadas a las comunidades, asociaciones y voluntariados católicos fueron las que se dedicaron a escribir cada una de las meditaciones que se leyeron durante el Vía Crucis 2022.
RdC cp