El gobierno de Venezuela reconoció este martes la devastación de la economía al revelar que la inflación llegó a 130.060% en 2018 y que el PBI se redujo a la mitad desde 2013, rompiendo un silencio estadístico de tres años. Esta grave crisis forzó a más de tres millones de venezolanos a emigrar desde 2015, según Naciones Unidas, y desató una violenta pugna por el poder entre el líder chavista Nicolás Maduro, y la oposición, hoy liderada por Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional.
Según las cifras, las primeras cifras que divulga el Banco Central de Venezuela (BCV) desde inicios de 2016, la inflación llegó a 274,4% ese año, a 862,6% en 2017 y a 130.060,2% en 2018. Dichas cifras difieren bastante del cálculo realizado por la opositora Asamblea Nacional, que estimó la inflación al cierre de 2018 en 1.698.000%. El FMI augura una inflación de 10.000.000 % para finales de 2019. El Producto Bruto Interno venezolano, en tanto, se contrajo 47,6% entre 2013 y 2018, de acuerdo con los números del BCV, de línea oficialista. La variación está calculada hasta el tercer trimestre de 2018. Además, se informó que la caída del PIB fue de 18,6% en 2017 y 19,2% hasta el tercer trimestre del año pasado.
El "Ranking de Competitividad Mundial", que realiza anualmente la escuela de negocios IMD y fue publicado esta semana, ubica a Venezuela en el último lugar como consecuencia del impacto de la inflación, el acceso deficiente al crédito y una economía débil.
Nicolás Maduro, que llegó al poder en 2013 como heredero del fallecido Hugo Chávez, culpa del colapso económico a las sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela y su estatal petrolera PDVSA. Estas medidas se intensificaron desde comienzos de este año con el apoyo de Washington a Guaidó, reconocido como "presidente encargado" por medio centenar de países, después de que la mayoría opositora del Legislativo declarara "usurpador" a Maduro al desconocer su reelección. Para Henkel García, director de la firma Econométrica, la data del BCV "confirma que la mayor parte de la destrucción de la economía ocurrió mucho antes de las sanciones".
El BCV informó igualmente que las exportaciones petroleras -fuente de 96% de los ingresos del país caribeño- se desplomaron hasta 29.810 millones de dólares en 2018. Se ubicaban en 85.603 millones en 2013 y en 71.732 millones en 2014, cuando se derrumbaron los precios del crudo y estalló la profunda crisis que azota a los venezolanos. Según cifras oficiales citadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la oferta de petróleo venezolano, que fue de 3,2 millones de barriles por día hace una década, se colocó en 1,03 millones en abril.
El dato del aumento del costo de vida según el BCV está por debajo de las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo calculó en 1.370.000% solo el año pasado y que para 2019 proyecta una inflación de 10.000.000% en el país petrolero.
El BCV había dejado de publicar información macroeconómica hace tres años sin dar explicación. Previamente había reducido paulatinamente los indicadores que divulgaba. Las vitales importaciones cayeron de 57.183 millones de dólares en 2013 a 14.866 millones en 2018, dato que explica la severa escasez de bienes básicos. Los venezolanos enfrentan desabastecimiento cíclico de alimentos básicos y crónico en el caso de las medicinas y los insumos médicos, a lo que se suma ahora la falta de gasolina, buena parte importada. El derrumbe es aún más notable en el caso de las importaciones no petroleras, que bajaron desde 44.067 millones en 2013 a solo 5.835 millones en 2018.
D.S.
