INTERNACIONAL
Alfred charles sharpton jr.

El reverendo de las protestas

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Las tensiones raciales de los últimos meses pusieron al reverendo Alfred Charles “Al” Sharpton Jr. en el centro de la escena política en los Estados Unidos. El activista por los derechos civiles encabezó este mes una gran manifestación en Washington, en protesta por la decisión tomada por el gran jurado en el caso de Eric Garner en Nueva York y de Michael Brown en Ferguson.

Sharpton, discípulo del reverendo Jesse Jackson en los 70, aseveró que “el sistema judicial a nivel estatal está roto” al referirse a la impunidad de la que gozan los policías blancos acusados por los recientes homicidios. Además, el ministro bautista se enfrentó esta semana con el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien había pedido que cesaran las manifestaciones durante las fiestas, momento que coincidirá con el funeral de dos policías asesinados la semana pasada por un joven negro. “Es el momento de dejar de lado los debates, las protestas y todas las cosas de las que hablaremos en el momento oportuno”, había afirmado el jefe de gobierno demócrata.

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“¿Qué le pasa? ¿El controla las protestas?”, respondió Sharpton. Su denuncia contra los crímenes de jóvenes afroamericanos desarmados no le impidió, sin embargo, condenar los asesinatos de los policías Rafael Ramos y Wenjian Liu. Los uniformados fueron ultimados a sangre fría en Brooklyn, Nueva York, por Ismaaiyl Brinsley, quien habría buscado venganza por los excesos policiales.

Sharpton fue candidato demócrata en las elecciones presidenciales de 2004. Además, conduce su propio programa de radio y suele ser invitado por las principales cadenas televisivas para hablar sobre las minorías. “Es la voz de los que no tienen voz y el campeón de los oprimidos”, lo definió el presidente Barack Obama, con quien tiene un diálogo fluido. En 1991 sufrió un atentado durante una protesta, cuando fue apuñalado en el pecho por un joven de 27 años, llamado Michael Riccardi.

Según una investigación de The New York Times, el reverendo evadió impuestos por 4,5 millones de dólares.