Unas 14 personas fallecieron a causa del violento tifón Mangkhut que arribó este sábado a Filipinas. El huracán atravesó hoy el norte de la isla de Luzón con vientos de 185 kilómetros por hora y rachas que superaron los 300 por hora. A su paso dejó grandes inundaciones, cortes de energía, carreteras destruídas y edificios derrumbados.
Según la Secretaría de Seguridad Social de aquél país, más de 126.000 personas se vieron afectadas por los fuertes vientos y lluvias torrenciales en la capital, Manila, durante las primeras horas de la jornada. De ellas, unas 13.000 familias se encontraban refugiadas en 724 centros de evacuación.
Entre las víctimas, hay dos trabajadores que fallecieron mientras intentaban rescatar a personas atrapadas en un corrimiento de tierras en la región de Cordillera, de acuerdo a la agencia Reuters. Además, habría una joven ahogada, un agente de seguridad fallecido al caerle un muro y una mujer que fue arrastrada por las olas en Taiwán, según AFP. La isla, aunque se sitúa a cientos de kilómetros de Filipinas, sufre fuertes precipitaciones desencadenadas por Mangkhut.
El número de personas muertas "debe aumentar a medida que pasen las horas", afirmó Ricardo Jalad, jefe de la oficina nacional de Defensa Civil. Tras el paso del tifón, que se dirige ahora hacia las zonas altamente pobladas del sur de China, los socorristas filipinos fueron desplegados en las regiones rurales y montañosas más afectadas.
Los vientos alcanzaron hasta los 330 km/h. Mangkhut soplaba aún con ráfagas de hasta 160 km/h tras abandonar territorio filipino, y atravesaba el mar en dirección de China. Algo más de 105.000 personas dejaron sus hogares huyendo de las consecuencias meteorológicas del tifón.