La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la infección causada por un virus que se transmite principalmente por la picadura de una garrapata, ha comenzado a expandirse en regiones de Europa, sobre todo en España. La enfermedad es considerada endémica en muchos países de África, Asia y Oriente Medio y su tasa de letalidad aproximada es del 30%.
Un reciente estudio del Centro Nacional de Microbiología confirmó que el virus ya circula por buena parte del territorio español por su presencia en ciervos, jabalís, corzos y las mencionadas garrapatas. Según el informe, se ha registrado a estos parásitos en cinco comunidades autónomas del centro y suroeste del país.
La investigadora principal del estudio, María Paz Sánchez-Seco, el cual fue publicado en la revista Emerging infectious diseases, aseguró que se han detectado casos en las regiones de Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha.
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Sánchez-Seco expresó que es necesario impulsar la vigilancia de esta enfermedad cuya tasa de mortalidad asociada es de aproximadamente un 30% y puede llegar al 40, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cómo se transmite el virus Crimea-Congo
Ya sea por la picadura de las garrapatas o por contacto con la sangre o tejidos de animales infectados durante la matanza, la transmisión puede darse a través del ganado bovino salvaje y doméstico como ovejas y cabras.
También puede haber transmisión entre seres humanos en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas contagiadas.
Cuáles son los síntomas
La infección es causada por un virus del género nairovirus, comparado con el ébola, y no hay ninguna vacuna disponible para las personas ni para los animales. La sintomatología es variada:
- Fiebre,
- Dolor muscular,
- Mareos,
- Cefaleas,
- Náuseas y vómitos,
- Somnolencia,
- Dolor abdominal,
- Taquicardia,
- Erupciones cutáneas,
- Hemorragias
Los pacientes graves pueden sufrir un rápido deterioro renal, o insuficiencia hepática o pulmonar repentina. El periodo de incubación depende del modo de contagio del virus. Después de la picadura de garrapata, la fase de incubación es generalmente de uno a tres días, con un máximo de nueve días. Con el contacto con sangre o tejidos infectados es de cinco o seis días, con un máximo de 13.
Tratamiento
Según señala la OMS, el tratamiento general de sostén contra los síntomas es la principal opción ante esos casos. Además, aclara que se ha utilizado el antiviral ribavirina para tratar la infección, con efectos beneficiosos. Tanto la preparación oral como la intravenosa parecen eficaces.
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