El diputado de izquierda Gabriel Boric celebró el domingo 21 de noviembre su paso a la segunda vuelta presidencial en Chile y prometió sumar fuerzas políticas para enfrentar al ultraderechista José Antonio Kast, pero "sin guerra sino con esperanza"
Con el 96% de las mesas escrutadas, el abogado Kast, de 55 años, aventajaba por 2,2 puntos a Boric, de 35 años, quien aseguró que "acá hay un proyecto transformador, serio y responsable, que asegura la mejor calidad de vida de todos ustedes".
El candidato de izquierda, que logró quedarse con el 25,73% del electorado, dijo estar embarcado en una "cruzada" para que "la esperanza le gane al miedo", según pudo conocer Reuters. "El desafío que hoy comienza no es para votar contra algo".
"Vinimos a ser los voceros de la esperanza, del diálogo y la unidad", destacó para luego proceder a tender la mano a todos los que no le votaron y animó a sus seguidores a "escuchar y entender sus temores y sueños y por qué escogieron otras alternativas".
"Tenemos que ser humildes y receptivos, jamás arrogantes y altaneros", insistió el diputado de izquierda para luego poner la críticar las políticas del actual mandatario, Sebastián Piñera, señalando que "no salimos a la calle para que todo siga igual".
Asimismo, reafirmándose en sus principios de "justicia, igualdad y dignidad", el diputado originario de la región de Magallanes, en el extremo sur del país, declaró que "no sobra nadie" en su proyecto de luchar "contra el rechazo, la exclusión y los privilegios".
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Acto seguido, arremetió también contra Kast al momento de insistir, como lo hizo con Piñera, en que "no salimos a las calles para que al final del día se terminen persiguiendo las ideas de quienes piensan distinto, como propone el candidato del frente".
"No salimos a las calles para que obliguen a las mujeres violadas a ser madre y se retroceda en el derecho a decidir sobre su cuerpo", agregó frente a las propuestas ultraconservadoras del candidato ultraderechista y admirador de Pinochet.
Finalmente, Boric lanzó mensajes directos a sus rivales de partidos de centroizquierda, entre ellos Yasna Provoste, Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés. "En la unidad que tenemos que construir para ganar en esta segunda vuelta, no sobra nadie", dijo.
De su lado, Enríquez-Ominami fue el menos ambiguo tras reconocer su derrota y mostró cierto apoyo al candidato que se quedó con el segundo lugar en las elecciones primarias: "Llamamos a una gran coalición para enfrentar a la extrema derecha.
JFG