INTERNACIONAL
Elecciones en España

Votan en Barcelona: los candidatos y sus agendas en una ciudad donde viven cada vez más argentinos

Este domingo se lleva adelante comicios municipales y regionales en España. En Barcelona, el socialismo busca con Jaume Collboni impedir que la alcaldesa Ada Colau consiga un tercer mandato.

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Elecciones en Barcelona | Domingo 28 de mayo de 2023 | AFP

Barcelona es gobernada desde el año 2015 por Ada Colau, quién llegó a la alcaldía sostenida por una base electoral de vecinos desencantados, en su mayoría sin identificación partidaria previa, y con alianzas estratégicas con partidos de izquierda, centro-izquierda y no independentistas que garantizaron la gobernabilidad hasta la fecha. La alcaldesa buscará este domingo su tercer mandato.

¿Quiénes son los principales protagonistas?

A día de hoy, las encuestas arrojan una disputa muy pareja entre los tres principales candidatos. El primer lugar suele estar en disputa entre Barcelona En Comú (el partido de la alcaldesa) y el Partido Socialista de Cataluña, de Jaume Collboni (quien renunciara a la vice-alcaldía para disputarle el lugar a Colau); mientras que en tercer lugar se encuentra Xavier Trias, candidato por Junts per Catalunya y alcalde de la ciudad durante 2011-2015. Con bastante menor intención de voto, se encuentran Ezquerra Republicana (ERC), el Partido Popular (PP), Ciudadanos (Cs), Valents y CUP. 

¿Qué está en juego en las elecciones del domingo? 

Lo primero que debe decirse en este sentido es que Barcelona, como capital de Cataluña, es la ciudad en donde tienen lugar los mayores eventos relacionados con el proceso de independencia respecto al Reino de España. Esto lleva a que la agenda política, tome el camino que tome, se encuentre transversalmente atravesada por este eterno debate. Hoy en día, el clima político en relación al procés independentista catalán está bastante más calmo (ver 2017, 2020-21), lo que da lugar a discutir con mayor profundidad sobre políticas que estén estrictamente ligadas a la vida y la cotidianeidad de los habitantes de la ciudad condal. 

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El gobierno oficialista hace una apuesta fuerte por sostener y profundizar las políticas llevadas adelante durante los ocho años de mandato. Ante la merma en cuestiones vinculadas al conflicto por el independentismo, ha logrado imponer una agenda política sobre la cual trazan su campaña los propios y ajenos. Aquí algunos temas en debate:

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El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez aplaude junto al candidato a alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el primer secretario del Partido Socialista Catalán, Salvador Illa (D), durante el mitin de clausura del Partido Socialista (PSOE) - Campaña electoral en Barcelona el 26 de mayo de 2023, de cara a las elecciones autónomas y municipales del 28 de mayo. FOTOS: AFP

Vivienda

España acaba de aprobar su primera ley de vivienda desde la instalación de la democracia. Esta Ley pone el foco principalmente en regular los alquileres mediante un tope del 3% de aumento anual y en que sean los arrendatarios quienes se encarguen de los gastos ordinarios de un contrato (inmobiliaria, impuestos municipales).

Barcelona es lo que se considera una ‘zona tensionada’, es decir, que es un territorio en donde el incremento en el precio de la vivienda está por encima de los márgenes del aumento promedio del IPC. Este problema encuentra su origen principal en el uso de viviendas para alquiler temporal, se trata de un flagelo similar al que está atravesando Buenos Aires y la mayoría de las grandes ciudades del mundo.

El gobierno de Colau propone seguir construyendo y rehabilitando edificios que se destinen a alquiler social con precios regulados, bastante por debajo del promedio. Esta política es acompañada por una narrativa que pregona por el uso dañino de la especulación y que tiene a las inmobiliarias y a los fondos buitre que compran pisos y los tienen vacios, como los principales responsables de este flagelo

Jaume Collboni no adopta un modelo de confrontación como el de Colau. Mediante un uso más eficiente de la geografía de la ciudad, propone crear viviendas en lugares amplios, alejados del centro. Asimismo, insiste en que el problema debe ser abordado no solo por el ayuntamiento local, sino por el gobierno autonómico catalán.

Trias, por su parte, sostiene que llevará adelante medidas que ayuden a los pequeños propietarios a acondicionar rápidamente sus pisos y así disponer de ellos para alquilarlos con mayor velocidad. A su vez, promueve un aval municipal para trabajadores registrados con dificultad para acceder a una vivienda de alquiler.

Una mención aparte merece la temática de la ocupación irregular respecto a la vivienda en Barcelona. Hay múltiples edificios en la ciudad que se encuentran habitados por personas en calidad de ocupantes, que se encuentran amparados por una legislación que impide los desahucios mientras se busca regularizar la situación. Frente a algunos de estos edificios se vienen concentrando manifestantes nucleados en el grupo Desokupa, que actualmente se han vuelto visibles por su comportamiento violento y su estética política caracterizada por cánticos xenófobos y racistas, vestimentas negras o saludos fascistas. De esta demanda, se han hecho eco figuras locales y nacionales de Valents, Vox y del Partido Popular, cuyo fruto es asociar directamente el problema del precio de los alquileres a la cantidad de edificios ocupados que hay en la ciudad. 

Urbanismo

Es común escuchar a los argentinos residentes decir que Barcelona es una ciudad ideal, ya que en sus geografías combina el mar, la montaña y una ciudad con múltiples espacios destinados al ocio y el esparcimiento. 

Lo cierto es que el ayuntamiento lleva adelante una política urbana que aspira a establecer una armonía entre los vecinos y el espacio público a partir de una visión en la cual se pondera un uso eficiente del transporte público, la bicicleta y la caminata, en claro desaliento al uso del automóvil. Encumbrado este paradigma bajo el nombre de urbanismo táctico, se trata de una apuesta fuerte por una política pública poco habitual. 

Ada Colau defiende esta idea y lleva adelante un proyecto conocido como Superilla – la traducción literal al castellano sería Supermanzana- que consiste en reemplazar calles, avenidas y rotondas por espacios ‘recuperados’ que pasan a ser pequeños lugares de esparcimiento con instalación de juegos, típicos bancos de plaza, aparatos de gimnasio o de reposeras. La intención que acompaña a este proyecto es la de reducir el impacto de las olas de calor y de las emisiones de CO2.

Jaume Collboni plantea una visión ligada mayormente a la agenda 2030 de las Naciones Unidas. Esto se traduce en el Plan Urbano Nuevo Verde, que propone la creación de espacios verdes alrededor de la ciudad, por ejemplo, en pulmones de manzana con acceso público garantizado. Asimismo, su campaña pregona por una optimización en el uso energético de los edificios más viejos de la ciudad con la adopción del principio de ‘diseño pasivo’, que también sirve como paradigma para la construcción de edificios modernos. 

La campaña de Xavier Trias plantea la sustitución del urbanismo táctico por programa llamado urbanismo transformador, consiste en mejorar los accesos a la ciudad de Barcelona con vistas a contrarrestar los atascos y la alta concentración de automóviles en el centro.  Esto traería aparejado el beneficio de habilitar nuevos destinos que se encuentran fuera del espacio urbano de Barcelona para la construcción de viviendas. En este sentido, la propuesta defiende que el ayuntamiento debe pisar fuerte en la administración del tren Rodalies, de corta y media distancia, que conecta a Barcelona con, por ejemplo, Castelldefels (la ciudad de Lionel y su familia) y con otras comunidades cercanas.

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Turismo

En el año 2019, Barcelona recibió a 12 millones de turistas. Para este 2023, los cálculos apuntan a que se va a ver una ciudad que recupere los niveles pre pandemia. Con defensores y detractores, el turismo se convierte en una temática vital: aporta el 14% del PBI.

El gobierno de Colau se hace eco de las consecuencias negativas que el turismo deja para la ciudad y los residentes. En este sentido, ha llevado adelante el cierre de pisos irregulares destinados a alquiler turístico y ha multado, en más de una vez, a la plataforma Airbnb. Por otro lado, intercede para desincentivar la llegada de cruceros de lujo y para frenar la debatida ampliación del aeropuerto. Su promesa de campaña es la de revocar las licencias turísticas a grandes propietarios, que a día de hoy se otorgan a perpetuidad.

Collboni también menciona los límites a los cuales la ciudad está llegando en esta materia. Valoriza la tasa turística excepcional que se cobra en Barcelona para el alojamiento. Su bandera de campaña, en este sentido, es la de utilizar los fondos que de aquí se recauden en beneficios para la ciudadanía. No hace fuertes pronunciamientos respecto a la ampliación del aeropuerto, aunque se especula en que no tiene un interés particular por posicionar al ayuntamiento en contra de esta medida. 

Desde la candidatura de Xavier Trías se habla de que los problemas que trae el turismo no se deben a la cantidad de gente que ingresa, sino a una mala gestión por parte del Ayuntamiento. Le pone la cara al problema de la gentrificación, para lo cual propone que se diversifique y se esparza la construcción de hoteles por barrios alejados de los centros turísticos. Propone, asimismo, que la expansión del aeropuerto traería atractivo para que las empresas y las grandes corporaciones decidan realizar sus congresos en la ciudad, de manera tal que el encanto internacional de Barcelona expanda sus fronteras.

¿Cuánta importancia hay en las elecciones de Barcelona de cara a las nacionales de agosto?

Cataluña es, por volumen, la segunda economía más grande de España y Barcelona, su capital, la que concentra el mayor porcentaje de ese volumen. El diferencial que imprime la economía catalana es que ostenta un dominio sustancial en sectores económicos de alta tasa de valor agregado y de creación de empleo. La industria pesada, la automotriz y la manufacturera encabezan esta lista. 

Sin dejar de lado que Barcelona es apenas un municipio, las elecciones tienen una gran relevancia a nivel nacional. El padrón habilitado para votar en estas elecciones supera el millón de ciudadanos. Jaume Collboni representa al Partido Socialista Obrero Español, el propio Pedro Sánchez ha presenciado sus actos y puso al candidato frente a canales de televisión. Es la apuesta del PSOE para asentarse nuevamente en un territorio en donde no impera la lógica bipartidista nacional sellada en 1978 en el Pacto de la Moncloa. 

La plataforma electoral de Ada Colau está integrada por una alianza de sectores progresistas, de izquierdas, soberanistas (no independentistas) y ciudadanos no alineados a la política tradicional. Los Comuns, como se los conoce popularmente, han tenido buen diálogo con el gobierno central de coalición, especialmente con los miembros de Podemos. Como fruto de la salida de Yolanda Diaz del partido (Ministra de Trabajo y ex secretaria general de Podemos tras la dimisión de Pablo Iglesias) para encaminarse en un proyecto que la tenga como principal candidata a la presidencia, el vínculo de los Comuns con esta última se solidifica, al punto de que ambas lideresas comparten actos, fotos, mítines con militantes y eventos con empresarios mostrándose como partes indivisibles de un proyecto común; mientras que, las principales figuras de Podemos que se encuentran en el gobierno, se muestran a favor de la plataforma que encabeza Colau, pero evitan mostrarse en público con ella, como sí lo hacen, por ejemplo, con candidatos propios en la vecina ciudad de Tarragona.

El caso de Xavier Trias sirve de ejemplo para entender la transversalidad que el independentismo tiene en Cataluña. El sello partidario que lo lleva a las elecciones (Junts) se trata de un partido local, de carácter independentista, que no tiene arrastre con ninguna agrupación a nivel nacional. Interpela, eso sí, a un electorado que simpatiza ideológicamente con una menor presencia del estado en materia de regulación económica. Es lo que comúnmente se denomina un ‘independentismo de derecha’.

Hay algunas cuestiones de la elección municipal que escapan al interés de otros partidos de carácter nacional. Al tratarse de unos comicios que no aportan representantes al Congreso de los Diputados, agrupaciones como el Partido Popular o Vox no gastan recursos ya que los votos de sus potenciales electores son absorbidos por agrupaciones locales como Junts o Valents. Apuntan, eso sí, a tejer alianzas de cara a las elecciones provinciales para lograr traccionar mediante candidaturas propias a representantes que sirvan de apoyo y presión en la disputa de poder que se lleva a cabo en Madrid.

 

*Nicolás Casadido. Politólogo UBA. Master en Estudios de Discurso Universitat Pompeu Fabra (UPF).