Se acabó la única intriga que quedaba en esta campaña electoral tan extraña que viven los Estados Unidos: Joe Biden eligió a la senadora Kamala Harris como su compañera de fórmula para enfrentar a Donald Trump el 3 de noviembre.
Mujer, moderada, negra, hija de inmigrantes y 22 años más joven, Harris era la opción más segura para Biden dentro de todas las que había manejado, ya que se sabía que un nombre femenino completaría su ticket.
Después de demorar varias semanas, y a pocos días de la convención del partido que proclamará su candidatura, Biden anunció su candidata a vice con un mensaje de texto y un correo electrónico que envió a sus seguidores: “Gran noticia: Elegí a Kamala Harris como mi compañera de fórmula. Juntos, y contigo, vamos a derrotar a Trump”.
No es un tema menor: Biden tiene 77 años y, de ganar, completará su primer mandato con más de ochenta años. Su vicepresidenta quedará posicionada en primer lugar para ocupar la Casa Blanca en los ocho años siguientes.
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Harris pasó la mayor parte de su vida pública como fiscal en California. Tiene 55 años y es la primera mujer negra y con sangre india en ser candidata a un puesto nacional por uno de los dos partidos principales.
El origen de Harris
- Hija de dos inmigrantes académicos, su madre era de origen indio y su padre jamaiquino, cursó sus estudios en Harvard y se destacó en la justicia criminal de California, donde llegó a ser Fiscal General.
- En enero de 2017 asumió como senadora en Washington, convirtiéndose en la primera mujer con raíces en el sur de Asia en llegar a la Cámara Alta, y en la segunda senadora negra en la historia de Estados Unidos. Está casada y tiene dos hijos.
- Biden ya había anunciado que su compañera de fórmula sería mujer y, tras la ola de indignación que recorrió gran parte del país por el asesinato a manos de policías de George Floyd, todas las potenciales candidatas que se mencionaban eran negras.
“Ella cumple las condiciones que venía expresando Biden y su equipo, es mujer, no es blanca y tiene un amplio apoyo en el aparato del partido Demócrata”, recuerda a PERFIL el analista Fabián Calle.
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En principio, su pasado como fiscal no brindaría muchos flancos a la campaña de Trump, que en las últimas semanas se ha concentrado en apuntar a la violencia y la inseguridad en ciudades gobernadas por demócratas.
“Como fiscal de California tuvo fallos y posturas muy alejadas del garantismo extremo”, agrega Calle.
Pese a haberlo criticado con dureza durante las primarias demócratas, Harris fue una de las primeras en dar su apoyo decidido a Biden frente a Bernie Sanders cuando quedó fuera de la contienda.
Desde ese momento se concentró en su labor parlamentaria, donde impulsó leyes contra la brutalidad policial y polemizó con los republicanos sobre la necesidad de un sistema de salud más amplio.
De buenas relaciones con el establishment demócrata, su presencia en la fórmula busca reforzar el voto de la minoría afrodescendiente y de las mujeres, sin ofrecer flancos demasiado polémicos. Sus vigorosas intervenciones públicas compensan además el estilo más pausado de Biden y su poca capacidad de comunicación.
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“En lo mediático, ahora la campaña será ella contra Trump. Biden anda bien en las encuestas, pero muy mal en las entrevistas. Lo cual le brinda artillería pesada a los republicanos para mostrar sus lagunas cuando habla, los bloopers y la facilidad que tiene para enojarse”, explica Calle.
Confirmando que era la candidata con más posibilidades de completar la fórmula demócrata, la cuenta oficial de Donald Trump en Twitter tardó apenas unos pocos minutos en subir un video con duros ataques a Harris.
El video la acusa de ser de la “izquierda radical” y de defender la imposición de trillones de dólares en impuestos. Y recuerda los duros cruces sobre temas raciales que tuvo con Biden durante las primarias demócratas.
SF/MC
