El coronavirus entró en escena, en 2020, en un mundo perforado por los abismos sociales. No debe extrañar entonces que el combate a la pandemia pase por la misma criba: la desigual distribución de las vacunas que beneficia ostensiblemente a los países más ricos. Fue lo que advirtió, hace exactamente una semana, el director general de la Organización Mundial de la Salud Tedras Adhanom: “Se avecina una catástrofe moral en el mundo” predijo.
Hoy son 71 millones de personas las que recibieron la primera dosis en los países centrales. Los que lideran el ranking de la inmunización son Israel, Emiratos Arabes, Gran Bretaña y Estados Unidos. Siguen luego España, Alemania, Italia, Canadá, Francia y China.
Los que lideran el ranking de la inmunización son Israel, Emiratos Arabes, Gran Bretaña y Estados Unidos. Siguen luego España, Alemania, Italia, Canadá, Francia y China
Los datos diarios, publicados por la plataforma Our World in Data (ourworldindata.org), toma como indicador la cantidad de individuos inoculados por cada 100 habitantes. Argentina y Brasil están en un nivel similar: 0,73 y 0,7 respectivamente. Y sus distancias con las naciones “centrales” se revelan abrumadoras: 11,7% en el Reino Unido; 7,45% en territorio norteamericano y 50% en el caso israelí. En tanto, Africa está afuera del mapa de los países que ya comenzaron el proceso inmunizador. Egipto por ejemplo recién empezó el domingo y aún no ha provisto informes oficiales.
El mensaje que emitió el director de la OMS, el viernes 22, es estremecedor: “Mientras hablamos, los países ricos lanzan vacunas y los menos desarrollados solo miran y esperan”, alertó. El desafío, sostuvo, “es lograr que la vacunación del personal de salud y de las personas mayores esté en marcha en todos los países los próximos 100 días”.
Tedras Adhanom dirigió su crítica más severa a los laboratorios farmacéuticos, que según dijo optan por atender los países que les garanticen las mayores ganancias, en vez de dar prioridad a los pacientes más vulnerables. Reiteró que no es justo que “personas jóvenes y saludables de los países desarrollados sean vacunadas antes que las personas de mayor edad y los profesionales de la salud en los países pobres”.
No es justo que “personas jóvenes y saludables de los países desarrollados sean vacunadas antes que las personas de mayor edad y los profesionales de la salud en los países pobres”, dijo Adhanom
La denuncia del director de la OMS adquiere una particular relevancia en Brasil, donde un pool de compañías privadas negocia adquirir por su propia cuenta 33 millones de dosis de vacunas de AstraZeneca. Los empresarios iniciaron negociaciones directamente con representantes de la farmacéutica y con el fondo de inversiones Blackrock, uno de los principales accionistas que, por esa condición, tendría derecho a una parte de las dosis producidas por la planta de Inglaterra. De acuerdo con lo revelado por la coalición empresarial brasileña, el acuerdo prevé el envío en tres etapas, de 11 millones de dosis cada una.
Este convenio provocó suspicacias no sólo en Brasil sino también en Europa, donde la Unión Europea ejerce fuerte presión para que el laboratorio anglo-sueco cumpla con el cronograma que había comprometido con los estados de la UE. El último miércoles, los ejecutivos de ese conglomerado farmacéutico y del fondo Blackrock negaron que esté en curso la entrega de millones de dosis a las grandes firmas de Brasil.
En un comunicado, AstraZeneca sostuvo: “Todas las vacunas están disponibles solo para los acuerdos firmados con gobierno y organizaciones multilaterales. No hay disponibilidad de vacunas para el mercado privado”. Los Ceos brasileños afirman sin embargo que las negociaciones siguen viento en popa. Entre tanto, el gobierno de Jair Bolsonaro les ha dado su respaldo.
Conflictos por desabastecimiento de vacunas: "Se teme una guerra diplomática"
Fue precisamente ese apoyo el que motivó el rechazo del Consejo Nacional de Secretarios de Salud de los estados provinciales brasileños. En una nota publicada el miércoles, la entidad afirmó que “los brasileños sufren con la expansión de la pandemia y hay una urgencia de vacunar a todos. La inmunización debe seguir criterios técnicos y no el poder de compra del sector privado”. Añadió que “permitir la vacunación de trabajadores vinculados a un grupo de empresas específicas es romper con ese principio. Y genera la creación de categorías de brasileños de primera y segunda clase”.
El presidente mundial de AstraZeneca, Pascal Soriot, lamentó el comportamiento “egoísta” de algunos países en el combate al Covid-19. Durante una de las reuniones del Foro Económico Mundial de Davos, cuya reunión anual culmina este viernes, el Ceo de la farmacéutica sostuvo: “Hubo una conducta de ´yo primero´” entre los gobiernos. Pero juzgó que esa situación comienza a cambiar, pues “está surgiendo una colaboración internacional”.
*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.