La segunda ola del Covid-19 no se frena en Europa pese a las restricciones y las medidas para tratar de frenar la pandemia del coronavirus. Tanto Alemania como el Reino Unido registran récords de muertes en medio de un rebrote.
En las últimas 24 horas, Alemania marcó su dramático récord de muertos con 1.100 personas que perdieron sus vidas: un balance jamás registrado desde el comienzo de la pandemia y que confirma la gravedad de esta segunda ola. Y la situación tampoco mejora en Gran Bretaña donde se registra un nuevo alarmante pico: 981 personas fallecidas y los contagios en ascenso, con más de 50.000 nuevos casos, cómplice quizás también la nueva cepa británica que ya se está extendiendo a todo el planeta, consignó la agencia ANSA Latina.
El cómputo alemán ofrecido por el Robert Koch Institut estremece: 1.129 víctimas en 24 horas. Los expertos consideran que esta cifra podría ser explicada con un "retraso" en la divulgación de los boletines, debido a la demora de las actividades de los entes sanitarios en los días de fiesta, lo que provoca que se acumulen los datos a cargar.
Y también en el frente de los nuevos contagios -22.459 nuevas infecciones- a los que el ministro de Salud, Jens Spahn, no titubeó en decir que "los datos demuestran con cuánta brutalidad puede golpear el virus".
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"No veo cómo se puede retornar a un régimen pre-bloqueo. Estamos todavía muy lejos de la normalidad", agregó, aplazando, en el tema de las nuevas medidas, al 5 de enero, cuando tenga lugar una cumbre entre la canciller, Angela Merkel, y los ministros-presidentes de los estados.
Un encuentro muy esperado por los alemanes que desde el 16 de diciembre se hallan en un confinamiento duro sobre todo por las muchas dudas acerca de las escuelas.
Si bien la administración empuja para una reanudación de las clases presenciales a partir del 10 de enero, Spahn mostró mayor cautela: "Mejor que permanezcan cerradas una semana más que una menos, es mi punto de vista, pero ello será parte del debate en el próximo encuentro con los Estados". La responsable para la Educación del Estado de Berlín ya hizo saber que no considera que se pueda volver a clases en la capital antes del 18.
En conferencia de prensa con el presidente del RKI, Lothar Wieler, el joven político de la CDU subrayó cómo este período fue signado por evidentes "contrastes": por un lado "1.129 familias que transcurrirán el pasaje del Año Nuevo de luto", por el otro la esperanza inducida por el comienzo de los operativos de vacunación.
Hoy en Alemania son 78.109 las personas a las que se les suministró la primera dosis de la vacuna Biontech-Pfizer según el balance actualizado antes de la hora del almuerzo.
La imponente cobertura de la vacuna no podrá igualmente garantizar un retorno a la normalidad en forma veloz. El sistema sanitario está siendo forzado, entre las penurias del personal y el creciente número de las camas ocupadas en las terapias intensivas.
Y todos los ojos están puestos en el Fin de Año: "tanto menos festejamos, tanto mejor podremos comenzar el mes de enero", sentenció para todos el profesor Wieler, pidiendo incluso una vez más a la ciudadanía permanecer en sus casas, evitando los contactos. Las reuniones sociales estarán prohibidas en Alemania.
Por su lado, en el Reino Unido la situación tampoco mejora. "Solo ayer se registraron 53.135 nuevos casos, la mayoría de los cuales se cree que se deben a la nueva variante", mucho más contagiosa, afirmó el ministro de Sanidad, Matt Hancock.
Los servicios de salud están bajo "una presión muy significativa", subrayó, con "más de 21.000 personas hospitalizadas" superando los peores niveles registrados en la primera ola en abril, consignó la agencia AFP.
El Reino Unido, uno de los países más castigados de Europa, registró hasta el miércoles 72.548 muertos confirmados por covid-19, 981 más en las últimas 24 horas aunque con el retraso acumulado por varios días feriados.
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Estimando que esta disparada se debe a la nueva cepa, entre 40% y 70% más transmisible que las anteriores, el gobierno de Boris Johnson decidió reforzar las restricciones.
Muchas más zonas del centro, el sur y el norte de Inglaterra pasarán el jueves al nivel de alerta 4, en que solo permanecen abiertos los comercios esenciales y la población debe quedarse en casa, anunció Hancock en el Parlamento.
Esta medida, que ya afectaba a Londres desde hace dos semanas, concernirá así a 44 de los 56 millones de habitantes de Inglaterra. En el resto del país, la Escocia continental, Gales e Irlanda del Norte también están confinados.
Además, los estudiantes de secundaria ingleses no volverán a las clases el 4 de enero: quienes tengan exámenes lo harán una semana después, los otros dos, anunció el ministro de Educación, Gavin Williamson.
Mientras Europa sufre la segunda ola, el resto del mundo no la lleva fácil en lo que es la lucha contra el virus. Japón corre el riesgo de un colapso de los hospitales mientras América Latina, junto al Caribe, ya superó el dramático umbral del medio millones de muertos.
EuDr