En Portugal, Francisco llamó a escuchar el "grito de dolor de las víctimas" de abusos sexuales en la Iglesia
En su visita a Lisboa y en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el pontífice se reunió con trece víctimas de abusos sexuales cometidos en la Iglesia portuguesa.
Papa Francisco en Portugal |
Agencia AFP
En su primer día en Lisboa, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Papa Francisco se encontró con las trece víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes de la iglesia de Portugal. El pontífice argentino expresó "la desilusión y la rabia que algunos alimentan en relación con la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro".
Según el informe del Comité Independiente para el Estudio de Abusos de Menores en la Iglesia Católica, publicado en febrero pasado, solo en el episcopado portugués estiman que hubo alrededor de 4.800 las víctimas desde 1950 hasta la actualidad.
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De dicha investigación sobresale que el 10.66%, es decir 512 de las 4800 víctimas, presentaron denuncias. El informe se produjo cuatro años después de que el papa Francisco reuniera a líderes eclesiásticos de todo el mundo en el Vaticano para abordar la crisis de abuso sexual en la Iglesia.
El documento exhibe que el 77% de los agresores eran sacerdotes, y otros eran personas vinculadas con instituciones eclesiásticas. Según el informe, 77% de las víctimas no reportó el abuso y solo 4 % acudió a la policía. La mayoría de los abusos ocurrieron durante el final de la pubertad de las víctimas, varones en su mayoría.
En relación con los escándalos, el Papa Francisco expresó ante los sacerdotes, diáconos y obispos reunidos en el Monasterio de los Jerónimos en Lisboa: "llaman a una purificación humilde y constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas", según informó la agencia AFP.
Después de recopilar más de 500 testimonios en un país donde el 80% de la población de diez millones de habitantes se define como católica, el informe concluye que las agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma "sistemática".
Por su parte, la cúpula eclesiástica pidió perdón a las víctimas y reconoció que había que "cambiar la cultura de la Iglesia", pero según un sondeo, el 68% de las personas interrogadas consideraban que la imagen de la institución se había deteriorado.
Escraches al Papa en Portugal
Antes de la llegada del Papa a Lisboa, un grupo de apoyo a las víctimas instaló tres grandes carteles recordando los "más de 4.800 niños abusados por la Iglesia católica en Portugal".
La iniciativa de estos ciudadanos anónimos pretende "luchar contra la supresión de las víctimas de la agenda mediática, centrada en la celebración de la institución que las obliga al silencio", explican en su página de internet.
Más denuncias contra la iglesia
De Irlanda a Alemania, pasando por Estados Unidos, la multiplicación de escándalos sexuales en la Iglesia fue uno de los desafíos más duros para el papa Francisco, quien aboga por una política de "tolerancia cero".
Además de reunirse en varias ocasiones con víctimas de abusos sexuales, el Papa Francisco creó una comisión consultiva para la protección de los menores. Desde su asunción en 2013, Francisco adoptó varias políticas contra el abuso sexual eclesiástico. Entre ellas se destaca el levantamiento del secreto papal sobre la violencia sexual por parte de religiosos o la obligación de denunciar los casos, aunque el secreto de confesión sigue siendo absoluto.
