En el marco de su visita a Portugal, que se extenderá por cinco días, el Papa Francisco dijo que "las víctimas de abuso sexual clerical deben ser escuchadas".
En un discurso ante el clero en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa, el Sumo Pontífice sostuvo que "los escándalos de abusos sexuales habían estropeado a la Iglesia" y provocado "decepción e ira".
En febrero, un informe publicado en Lisboa concluyó que al menos 4.815 niños habían sido abusados por sacerdotes desde 1950.
En ese contexto, el Pontífice de 86 años fue recibido con honores militares en Lisboa, donde se espera que un millón de peregrinos de todo el mundo participen en las festividades de la Jornada Mundial de la Juventud. Miles de jóvenes le dieron la bienvenida a Francisco.
En su actividad tuvo un momento para convocar a Europa a construir puentes para llegar a la paz en Ucrania. Además, recordó que la Santa Sede se comprometió a ayudar a los ucranianos en la restitución de niños que Kiev denuncia que fueron llevados por la fuerza a Rusia, en lo que el Papa definió como una "tarea humanitaria".
