INTERNACIONAL
Varado desde hace dos meses

Entre la diplomacia y la angustia: la historia de un futbolista argentino

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Familia. Juan Varea volvió al país por la muerte de su padre. | gza. varea

Juan Manuel Varea (34) es argentino, pero vive hace más de diez años en Bosnia y Herzegovina, donde es futbolista profesional del NK Kamen. A mediados de marzo, Varea se tomó un vuelo de urgencia para volver al país al enterarse que había fallecido su padre, una semana antes de que se decretara la cuarentena por el coronavirus. Desde ese entonces, no solo que se encuentra varado en su propio país, sino que además no sabe cómo retornar a su hogar porque no hay embajadas bosnias en Latinoamérica para gestionar su repatriación. “Estoy al borde de la desesperación”, le cuenta el futbolista a PERFIL, desde la casa donde se crió y permanece junto a su madre y hermanos menores.

Varea se formó como futbolista en Vélez Sarsfield y fue el goleador de las inferiores, hasta que Miguel Ángel Russo lo hizo debutar en primera división, en 2006. Luego, pasó por varios equipos del ascenso y viajó a Europa para vestir la camiseta del Siroki Brijeg, en Bosnia y Herzegovina, en la ex Yugoslavia.

“Yo tenía pensado venir de sorpresa a la Argentina para las fiestas, pero tuve que volar de emergencia tras el fallecimiento de mi viejo”, cuenta Varea sobre su retorno, el pasado 14 de marzo. “Tenía pasaje de vuelta para el 24 de marzo, pero las fronteras ya estaban cerradas. Me puse en contacto con Lufthansa, pero me dicen que tengo que coordinar con las embajadas. Pero no hay ninguna acá, debo ser el único bosnio en el país”, dice el futbolista que estuvo aislado las primeras dos semanas.

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Entonces, Varea comenzó a comunicarse con las distintas diplomacias bosnias en Europa. “Estoy en contacto con el embajador en Londres, Vanja Filipovic. Me habían ofrecido un vuelo para el jueves que llevaba ingleses, pero quedé afuera porque las plazas son limitadas”, cuenta Varea sobre el viaje que se concretaría la próxima semana. 

Desde Aerolíneas Argentinas cuentan que los aviones que parten para repatriar argentinos también llevan ciudadanos de esos países, atrapados aquí. La compañía de bandera asegura que cien es el máximo de pasajeros que pueden trasladar por los protocolos sanitarios. 

Cancillería explica que hubo una embajada bosnia en Argentina, pero que se cerró por temas presupuestarios en 2006. El retorno del futbolista a los Balcanes se debe tramitar con la embajada en Estados Unidos, que es la circunscripción consular que le corresponde a nuestro país. 

Varea dice que su estado de ánimo “va y viene. Hay momentos que estoy bien y por otros insulto al aire; yo tuve que viajar por un tema grave”, dice el argentino que extraña a su familia. “En el medio, mi hija cumplió 9 y festejamos por zoom. Ella sabe que su abuelo falleció, estuvo mal y ya se puso mejor”, dice Varea que aprovecha el tiempo para mantener su estado físico, junto a sus hermanos Juan Martín y Juan Marcos. “El motivo por el que vine me confirma la idea que lo que más importa son los seres queridos; lo material no importa”, afirma Varea, quien ya sabe lo que hará ni bien llegue a su casa en Siroki Birej: “Me voy a sentar en el balcón de mi casa con vista a las montañas y al arroyo que pasa por debajo. Quiero quedarme allí, con el sol en la cara para sentirme libre, junto a mi esposa y mi hija”.