El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció este martes ante el Congreso su segundo discurso del Estado de la Unión, en el cual prevaleció un tono optimista, con especial énfasis en los presuntos aciertos económicos de la gestión. Los ejes de su exposición abarcaron desde los asuntos de política exterior (a la luz de la tensión reciente con China) hasta la profundización de reformas impositivas que requieren la aprobación del Parlamento.
Biden ratificó este martes el apoyo de Estados Unidos a Ucrania en el marco del conflicto bélico con Rusia.
"Vamos a estar con ustedes, el tiempo que sea necesario. Nuestra nación trabaja por más libertad, más dignidad, más paz, no solo en Europa, sino en todas partes", declaró Biden, dirigiéndose a la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oksana Markarova, quien asistió a su discurso sobre el Estado de la Unión.
En cuanto a la tensión creciente con China, el presidente expresó que Estados Unidos está dispuesto a trabajar con dicha nación, pero defenderá los intereses estadounidenses, días después de ordenar al ejército que derribara un globo de vigilancia chino.
"No se equivoquen al respecto: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y lo hicimos", dijo Biden ante el Congreso durante su discurso sobre el Estado de la Unión.
Con respecto al déficit presupuestario, el mandatario comunicó la iniciativa de "recortar el déficit en billones" sin afectar el programa de cobertura de "Medicare y el seguro social".
En lo que respecta a las reformas impositivas que Biden pretende impulsar con la aprobación del Congreso, el jefe de Estado aclaró que "ningún multimillonario debería pagar una tasa de impuestos menor a la que paga un bombero o un maestro de escuela".
"Algunos de mis amigos republicaros quieren tomar como rehén a la economía", dijo Biden en referencia a sus opositores republicanos.
"Aprueben el plan para que los ancianos y los discapacitados puedan recibir los servicios que necesitan. Apoyemos a los trabajadores", agregó el presidente de los Estados Unidos. "Todos los trabajadores deben tener derecho a beneficios de salud y de familia", expresó.
Por otra parte, remarcó la importancia de la educación pública como herramienta del transformación del país y recordó que su esposa Jill Biden ejerce la docencia a tiempo completo. "Ella [Jill Biden] suele decir que cualquier nación que eduque más que nosotros, nos va a superar".
"Vamos a incrementar los salarios de los maestros de escuelas públicas", declaró Biden entre los aplausos y arengas que resonaron en el Parlamento.
"En medio de la crisis del Covid las escuelas estaban cerradas. Tenemos que reconocer cuánto hemos avanzado en la lucha contra la pandemia. El virus no desapareció, pero gracias a la fortaleza del pueblo estadounidense y el ingenio científico, hemos roto el yugo del Covid", expresó Biden.
"Salvamos millones de vida y reabrimos el país. Pronto se pondrá fin a esta emergencia de salud pública", observó el Presidente norteamericano con máximo optimismo.
Ante la presencia de los padres de Tyre Nichols, un joven negro brutalmente asesinado por la policía en Memphis (Tennessee), Joe Biden comenzó a disertar sobre la problemática de la inseguridad y la violencia policial.
"Tenemos que velar por la seguridad pública", advirtió.
"No hay palabras para describir el dolor de perder a un hijo", agregó el mandatario y dejó en claro el compromiso de su gobierno para trabajar por "vecindarios sin violencia y policías que gocen de la confianza de la comunidad".
"Firmé una orden ejecutiva para prohibir los ahorcamientos, los allanamientos sin aviso y otros elementos clave del proyecto de ley George Floyd", expuso Biden con respecto a la reforma policial en marcha.
Por otro lado, Biden solicitó a los congresistas que restrinjan la forma en que las redes sociales atraen a los niños y recopilan sus datos, mientras dirigió fuertes acusaciones contra las redes por la realización de experimentos "con fines de lucro" con la juventud.
"Debemos responsabilizar a las empresas de redes sociales por el experimento que están realizando con nuestros hijos con fines de lucro", detalló Biden durante su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso.
Tampoco faltaron las alusiones al delicado tema del aborto. En esa dirección, el mandatario amenazó con vetar cualquier legislación que prohíba el aborto a nivel federal en Estados Unidos e instó al Congreso a restaurar los derechos reproductivos de las mujeres, los cuales estaban garantizados hasta el revés de la Corte Suprema el año pasado.
"No se equivoquen al respecto, si el Congreso aprueba una prohibición nacional del aborto, la vetaré", advirtió Biden, al mismo tiempo que prometió hacer todo lo posible para "proteger el acceso a la atención de salud reproductiva".
El cambio climático, definido como una "amenaza existencial", fue otro de los tópicos abordados por Joe Biden. En tal sentido, el presidente demócrata explicó que por más que la economía aún dependerá del petróleo y el gas en el futuro inmediato, se sentía "orgulloso" de que Estados Unidos afronte el desafío de explorar las energías renovables.
"A la crisis climática no le importa si estás en un estado rojo (republicanos) o azul (demócratas). Es una amenaza existencial. Tenemos la obligación de enfrentarla, no por nosotros mismos sino por nuestros hijos y nietos", mencionó el jefe de Estado ante el Congreso en su discurso sobre el Estado de la Unión.
En sintonía con lo anterior, Biden apuntó contra las grandes compañías petroleras por sus "escandalosas" ganancias al especular durante la reciente crisis del petróleo y pidió un fuerte aumento de impuestos sobre la recompra de acciones para impulsarlas a invertir más en la producción.
"El año pasado ganaron 200.000 millones de dólares en medio de una crisis energética global. Creo que es escandaloso", objetó el mandatario de Estados Unidos.
También criticó a las grandes compañías farmacéuticas por cobrar "injustamente" precios altos.
Expectativas por el discurso 'optimista' de Joe Biden
Si bien Biden carece del carisma de algunos de sus predecesores, en oportunidades anteriores ha demostrado que sabe ganarse la simpatía de las audiencias con su optimismo y su talante más bien moderado.
Tras dos años de gestionar la salida de la pandemia de Covid, el fin de la debacle de la guerra afgana de 20 años, la respuesta occidental contra la invasión rusa de Ucrania y las tensiones políticas extremas de EE. UU., el presidente norteamericano siente que el balance su gestión fue más que favorable.
En el Capitolio, Biden se dirigió a casi todos los miembros importantes del gobierno y a una gran audiencia televisiva, animado por la noticia de que la economía se está recuperando con fuerza de la pandemia, con el desempleo más bajo en 50 años.
Antes del discurso, Biden había manifestado que entablaría una "conversación" con el pueblo estadounidense.
En ese sentido, los funcionarios de la Casa Blanca habían adelantado que Biden se apoyaría en su lado popular, el personaje de "Joe de clase media" que lo ayudó a ganar la presidencia en 2020 como un político populista centrista.
Millones de telespectadores siguieron la transmisión en directo de este discurso que representa un ritual político en Estados Unidos salpicado, como siempre, de los aplausos de sus filas y muecas del extremo contrario: en este caso los republicanos.
La inflación, motivo de preocupación para muchas familias, está experimentando un descenso gradual (en torno al 6%) y la tasa de desempleo es la más baja en más de 50 años, dos datos que el jefe de Estado no podía pasar por alto a lo largo de su exposición.
"Este es un presidente increíblemente optimista", declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre antes del discurso del mandatario.
La economía progresa y Biden quiso comunicar que dicho progreso se debe en gran medida al impulso de sus programas de inversiones y a las reformas puestas en marcha desde que llegó a la Casa Blanca, en enero de 2021.
Biden ratificó una vez más la ayuda a Ucrania en la guerra contra Rusia delante de la embajadora ucraniana, Oksana Markarova, quien el año pasado recibió una ovación en pie de los presentes.
China, su prioridad de política internacional como rival estratégico, le está dando más dolores de cabeza que de costumbre. Poco antes del discurso estaba previsto que el jefe de la diplomacia viajara a Pekín, pero la visita se aplazó después de que Washington detectara un globo chino que sobrevolaba territorio estadounidense.
La Casa Blanca lo derribó días después al sostener que el aparato estaba destinado al espionaje, un episodio que ha tensado las relaciones entre ambas potencias.
Las principales "preocupaciones" de los norteamericanos
Un estudio de opinión pública llevado a cabo por el instituto Pew Research Center enumeró los asuntos que generan mayor preocupación para los ciudadanos de Estados Unidos.
- Inflación: a pesar de las señales de paulatina disminución, gran parte de los estadounidenses siguen preocupados por el nivel de los precios. En efecto, tres cuartas partes de los adultos estadounidenses admitieron estar "muy preocupados" por el precio de los alimentos y los bienes de consumo, mientras que seis de cada diez expresan el mismo grado de preocupación por los precios de la gasolina y la energía y el costo de la vivienda.
- Ucrania: si bien una cantidad mayoritaria ciudadanos estadounidenses aprueba la respuesta de la administración Biden a la invasión rusa de Ucrania, también ha aumentado la proporción que sostiene que Estados Unidos está brindando demasiado apoyo a Ucrania, un cambio impulsado en gran medida por los republicanos.
- Violencia armada: los estadounidenses manifestaron su apoyo al proyecto de ley sobre la tenencia de armas aprobado por el Congreso y promulgado el año pasado, pero en ese momento no eran optimistas de que ayudaría mucho a reducir la violencia armada. El público se encontraba dividido acerca de si habría menos tiroteos masivos con la propuesta de regulación para obtener armas legalmente: el 49% se mostró favorable con las medidas, mientras que el 50% expuso que no habría cambios o que incluso habría más tiroteos masivos.
- Déficit presupuestario: reducir el déficit presupuestario es otro de los temas más apremiantes que se instaló en el debate público en los últimos años: el 57% de los estadounidenses actualmente lo considera como una prioridad para el presidente y el Congreso, en comparación con el 45% hace un año. Aunque la preocupación ha aumentado en ambos partidos, es bastante más probable que los republicanos insistan con darle prioridad al tema que los demócratas ( alrededor de 71 % frente a 44 %).
- China: la mitad de los estadounidenses percibe que el poder militar de China representa una amenaza para los EE. UU., mientras que el 57 % afirma lo mismo sobre la asociación entre China y Rusia. Según el sondeo de Pew Research Center, al menos cuatro de cada diez perciben las tensiones entre China y Taiwán (43 %), las políticas de China sobre derechos humanos (42 %) y la competencia económica de Estados Unidos con China (41 %) como "problemas muy serios" que no deben ser desatendidos.
- Regulación tecnológica: el público está dividido en sus opiniones sobre el impacto favorable o desfavorable de las empresas de tecnología en el país, siendo que las opiniones de los republicanos se han vuelto más negativas en los últimos años. En ese sentido, en una encuesta realizada durante la primavera pasada, el 44 % de los adultos estadounidenses se mostraba a favor de una mayor regulación de las empresas tecnológicas. Una gran mayoría también indicó que es al menos "algo probable" que los sitios de redes sociales censuren los puntos de vista políticos que encuentran objetables debido a la violencia, la discriminación o cuestiones de índole ética.
- Reducir el crimen y las drogas ilegales: desde 2021, la reducción del crimen se ha convertido en una prioridad entre los miembros de ambos partidos, pero especialmente entre los republicanos. Actualmente, el 65 % de los republicanos y el 47 % de los demócratas advierten que los temas de seguridad deberían ser una prioridad máxima. Y el 53% de los estadounidenses sostiene que reducir la disponibilidad de drogas ilegales, incluidas la heroína, el fentanilo y la cocaína, debería también incluirse entre las máximas prioridades.
- Investigación de la administración de Biden: los republicanos marcaron la composición de su nueva mayoría en la Cámara y prometieron continuar con las investigaciones sobre la presidencia de Biden y su familia. Pero entre el público, los estadounidenses están más preocupados de que los republicanos se enfoquen demasiado en dichas indagaciones, descuidando otras problemáticas que consideran "más urgentes". Una abrumadora parte de los demócratas comparte este punto de vista, a diferencia de los republicanos.
- Inmigración: las gestiones ligadas a la inmigración constituyen otra de las prioridades para el 53% del público, pero existe una gran brecha partidista: el 70% de los republicanos califican el tema como una "prioridad principal", en comparación con el 37% de los demócratas. Los encuentros mensuales entre agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. y migrantes que intentan cruzar a EE. UU. en la frontera suroeste han trepado a niveles casi récord en los últimos meses.
- Violencia policial: la violenta golpiza a Tire Nichols en Tennessee instaló nuevamente el tema de la violencia policial como un motivo de preocupación pública. En una encuesta realizada a comienzos de este año, la mayoría de los estadounidenses expuso que los agentes de policía estaban haciendo un trabajo regular o deficiente cuando se trata de interactuar con los grupos raciales y étnicos por igual, y de hecho llegaron a responsabilizar a los agentes por "mala conducta". Más aún: en una encuesta de 2021, el 60 % de los afroamericanos dijo que la brutalidad policial era un problema extremadamente preocupante para los ciudadanos negros que viven en los EE. UU. Los adultos negros casi unánimemente (95 %) manifestaron que las prácticas policiales deben cambiar para garantizar un "trato justo" hacia este sector de la ciudadanía.
- Cambio climático: la mayoría de los demócratas afirma que el cambio climático y la protección del medio ambiente deberían ser las principales prioridades, pero siguen estando entre las preocupaciones menos apremiantes para los republicanos. A pesar de esta profunda división partidista, una encuesta realizada en mayo del año pasado encontró que la mayoría de los estadounidenses que habían experimentado condiciones climáticas extremas en el último año, incluidas las mayorías en ambos partidos políticos, vieron el cambio climático como un factor de suma relevancia.
Sube la temperatura de las relaciones con China
La política exterior formó parte del discurso de Biden, ya que muchos ciudadanos de Estados Unidos observan con preocupación la tensión entre los países, especialmente a la luz de los recientes episodios vinculados con el globo espía de origen chino.
De acuerdo con un sondeo a cargo de Pew Research Center, para los norteamericanos la posibilidad de un tercer mandato para Xi no se encuentra entre las preocupaciones "más apremiantes", pero el 57% de los encuestados considera que la asociación entre China y Rusia constituye un "problema muy serio" para los EE. UU., mientras que la mitad afirma lo mismo sobre el poder militar de China.
En este delicado contexto geopolítico cabe mencionar los ejercicios militares de China en el Estrecho de Taiwán tras la visita de Pelosi.
Los "Tres Amigos" de Norteamérica están fuera de sintonía
Por otra parte, China incrementó su capacidad naval y reforzó considerablemente su presencia en el Pacífico tras la firma de recientes pactos de seguridad y la creación de islas artificiales.
El relevamiento de Pew Research Center también registró que la proporción de estadounidenses que expresan "preocupación por competir económicamente con China" creció 6 puntos en los últimos años.
En ese sentido, el presidente Joe Biden promulgó la Ley Chips y Ciencia en agosto del año pasado y recientemente anunció la aplicación de más medidas para frenar el acceso y la capacidad de China para producir chips informáticos avanzados.
Más tópicos del discurso de Biden: violencia armada
Puertas adentro tampoco le faltan problemas al gobierno de Joe Biden. La violencia policial fue uno de los tópicos que abordó con la presencia de los padres de Tyre Nichols, un afroestadounidense muerto a manos de la policía.
La tenencia de armas y la reforma policial fue otro de los grandes temas expuestos en el Congreso, frente a uno de los "héroes" que tanto gustan en Estados Unidos: Brandon Tsay, quien desarmó al autor de un tiroteo mortal contra la comunidad asiática en California.
Entre los invitados de la primera dama, Jill Biden, para el discurso del presidente se destacaron el cantante Bono, como activista de la lucha contra el sida, una mujer que casi se muere de un aborto espontáneo porque los médicos se negaron a atenderla por miedo a infringir una ley que restringe la interrupción del embarazo, el padre de una víctima de una sobredosis de fentanilo, una pareja de lesbianas y supervivientes del cáncer, un tema doloroso para el presidente que ha perdido a un hijo por esta enfermedad.
Hace un año, cuando pronunció su primer discurso, su partido controlaba la Cámara de Representantes pero ahora se encuentra en minoría, después de que los republicanos le arrebataran el control en las elecciones de mitad mandato de noviembre.
Y los republicanos le han declarado la guerra política. Por el momento, se niegan a aumentar el techo de la deuda y evitar que la primera economía mundial caiga en un default catastrófico, y han emprendido un embate parlamentario sobre temas como la crisis migratoria en la frontera con México.
Sin embargo, el nuevo jefe conservador de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, que se sentará detrás de él, aseguró que "respeta al bando contrario" y descartó romper en pedazos el discurso como hizo en 2020 su predecesora demócrata, Nancy Pelosi, con el expresidente republicano Donald Trump, quien reconoció que entrará de nuevo en carrera por la Casa Blanca.
"El estado de la unión es más débil y las familias estadounidenses están sufriendo por culpa de Joe Biden", argumentó la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel. "Todo lo que escucharán de Biden son excusas", vaticinó.
En cualquier caso, el presidente se expresó a sabiendas de que las encuestas son mayormente desfavorables.
El 62% cree que "no ha hecho mucho" o "casi nada" y dentro de los votantes demócratas el 38% quiere a otro candidato para 2024, según una encuesta del Washington Post/ABC.
Otro sondeo, de CBS/YouGov, instó a los estadounidenses que eligieran el calificativo que mejor describía "el estado" de su país. En lo primero que pensaron fue "dividido" (62%), seguido de "en declive" (49%) y "débil" (41%). En menor medida se respondió: "fuerte" (13%), "próspero" (11%) y "unido" (10%).
CA/DS