El general retirado Hugo Carvajal, exjefe de los servicios de inteligencia militar de Venezuela, rompió el jueves su silencio para pronunciarse contra el presidente Nicolás Maduro y denunciar la precaria situación en la que se encuentra la fuerza armada en medio de la profunda crisis que azota a al país.
El hombre, que fue arrestado brevemente en julio de 2014 siendo cónsul de Venezuela en Aruba por solicitud de Estados Unidos, donde lo investigaban por narcotráfico, manifestó su apoyo al jefe de la Asamblea Nacional y líder opositor, Juan Guaidó, que se declaró presidente interino el pasado 23 de enero.
“Ya ha sido más que suficiente”, dijo Carvajal en un comunicado y en un video dirigido a Maduro, publicado el jueves 21 de febrero. “Has asesinado a cientos de jóvenes en las calles por reclamar los derechos que les robaste. Eso, sin contar todos los fallecidos por la falta de medicinas y de seguridad”.
El también diputado oficialista ofreció su respaldo a Guaidó para “restablecer el orden constitucional” en Venezuela. “Hoy técnicamente no tenemos capacidad para enfrentar a ningún enemigo”, afirmó Carvajal al reconocer que los militares, al igual el resto de la población, se encuentran “sin comida, sin medicinas, y con la mayor parte de los equipos bélicos canibalizados y con partes robadas”.
“A los generales”, añadió, “¿cómo es que, teniendo el poder de dejar ingresar la ayuda humanitaria internacional a nuestro país para salvar vidas, decidirían no hacerlo? ¿Serán tan inhumanos? ¿Están tan hipnotizados?”.
El antiguo jefe de inteligencia, que fue uno de los más estrechos colaboradores militares del fallecido presidente Hugo Chávez, instó al alto mando militar a que “detengan a tiempo el rumbo que llevan” ante la crisis que vive el país suramericano.
Las acusaciones de Carvajal fueron un paso más allá: se dijo dispuesto a dar evidencia en contra del gobierno de Maduro en caso de que este caiga, con respecto a sus vínculos con narcotraficantes y milicianos.
El Departamento del Tesoro señaló en 2008 a Carvajal y otros dos altos oficiales militares venezolanos de entregar armas a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ayudarlos a traficar cocaína para financiar su insurgencia.
D.S.