Asciende a 106 el número de fallecimientos a causa de las fuertes lluvias que tuvieron lugar durante los últimos días de mayo en la ciudad brasileña de Recife, de acuerdo con el reporte actualizado de los equipos de rescate. El jefe de Estado Jair Bolsonaro sobrevoló este lunes 30 de mayo las zonas afectadas y se comprometió a destinar 1.000 millones de reales para la reconstrucción de los territorios alcanzados por la catástrofe.
En principio, habría unas 16 personas desaparecidas, entre ellas 14 soterradas por deslizamientos de tierra y dos que habrían sido arrastradas por las corrientes de agua. La situación crítica exigió un arduo operativo que permitió evacuar a más de 6.000 vecinos, quienes fueron desalojados de sus viviendas por la emergencia.
Las tareas de rescate tuvieron que ser interrumpidas parcialmente este martes 31 de mayo ya que continúan las fuertes precipitaciones, una situación que podría ocasionar nuevos deslizamientos de tierra e inundaciones en la zona, según advirtió el Cuerpo de Bomberos.
Al término de la jornada del martes, tres días después de los deslaves más críticos ocasionados por las lluvias, "los bomberos encontraron los cuerpos de seis víctimas", informó en un comunicado la Secretaría de Defensa Social del gobierno del estado de Pernambuco, citado por la agencia AFP.
A partir de lo anterior, "el número de muertos desde el miércoles pasado subió a 106", a quienes se suman ocho desaparecidos "identificados", aclararon las autoridades locales.
La región noreste de Brasil es escenario de fuertes precipitaciones desde la semana anterior, con un pico de intensidad el último fin de semana que produjo inundaciones, derrumbes, deslizamientos y víctimas fatales.
Asimismo, entre la noche del viernes y la mañana del sábado, el volumen de agua alcanzó el 70% de lo esperado para todo el mes de mayo en algunos puntos de la capital.
Con la asistencia de "perros detectores y aeronaves", más de 400 bomberos y militares prosiguieron rastreando a los últimos desaparecidos bajo el lodo que arrasó la zona metropolitana de Recife.
Tras el hallazgo de los nuevos cuerpos se dieron por concluidas las búsquedas en la comunidad de Jardim Monteverde, una de las más afectadas por el temporal, donde perdieron la vida más de 20 ciudadanos bajo un tsunami de barro y escombros.
"Fue una tragedia, perdí muchos amigos", declaró a AFP una vecina sobreviviente, Maria Heronize.
Qué dijo Bolsonaro
El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, visitó este lunes las zonas afectadas de Pernambuco y comunicó que el Gobierno distribuirá 1.000 millones de reales (unos 210 millones de dólares) para la reconstrucción de los territorios alcanzados por la catástrofe, consignó la agencia AFP.
"Lamentablemente, estas catástrofes suceden, en un país continental, que tiene sus problemas. Tuvimos problemas parecidos en Petrópolis, en Río de Janeiro, en el sur de Bahia o en el norte de Minas Gerais. Todos estamos obviamente tristes, manifestamos nuestro voto de pesar a los familiares, nuestro objetivo mayor es confortar los familiares y, con medios materiales, también atender a la población", afirmó el presidente brasileño.
Cambio climático
Los expertos consideran que la magnitud de la tragedia se debe a una combinación de factores: las fuertes lluvias (indisociables del cambio climático) y la construcción de núcleos habitacionales precarios "en escarpadas zonas de riesgo", advirtieron.
"El cambio climático podría ser responsable por el aumento de lluvias extremas, violentas, que están siendo detectadas no solo en Brasil, sino en todo el mundo", conjeturó a AFP José Marengo, coordinador de investigación del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales de Brasil (Cemaden).
El Cemaden estima que en Brasil 9,5 millones de personas se alojan en áreas de riesgo por deslizamiento o inundación, muchas de ellas en favelas que carecen de estructuras de saneamiento básico.
CA/ED