Mientras el presidente de Francia Emmanuel Macron pasea por Buenos Aires con aparente calma con motivo de la cumbre del G20, París es el escenario de violentos enfrentamientos producidos por una nueva jornada de protesta en Francia de los "chalecos amarillos" contra el gobierno al grito de “Macrón dimisión”.
Más de 120 personas fueron detenidas en medio de una manifestación fuera de control que incluyó nubes de gases lacrimógenos, contenedores de basura incendiados, saqueos y corridas. En principio los enfrentamientos se concentraron en torno al Arco de Triunfo, en la parte alta de los Campos Elíseos, pero con el correr de las horas, las protestas comenzaron a extenderse por distintos puntos de la ciudad y el país.
"Individuos equipados y determinados, desde muy temprano (...) actuaron de forma muy violenta. Las fuerzas de seguridad señalaron haber sufrido ataques de una violencia rara vez alcanzada", declaró el primer ministro francés, Édouard Philippe, según el cual 36.000 personas se manifestaban en toda Francia, de las cuales 5.500 en los Campos Elíseos. En otros lugares del país se producían varias operaciones de bloqueo de rotondas, o de autopistas, y en Nantes (oeste) medio centenar de "chalecos amarillos" irrumpieron en el aeropuerto local.
La maire du 8e arrondissement de Paris dénonce "des scènes de guérilla urbaine" pic.twitter.com/CSx3bVjuf5
— BFMTV (@BFMTV) December 1, 2018
El llamado movimiento de los "chalecos amarillos", que alude a la prenda que deben tener todos los automovilistas en sus vehículos en Francia, pide entre otras cosas, una mejora del poder adquisitivo, menos impuestos y una baja en el precio de los combustibles. Esta es el tercer fin de semana consecutivo de protestas, tras las del 17 y del 24 de noviembre pasado, que se desarrollaron con graves disturbios también en los Campos Elíseos.
El líder de Francia Insumisa (LFI, oposición de izquierda radical), Jean-Luc Mélenchon, denunció por su parte, un "increíble encarnizamiento contra manifestantes pacíficos en el Arco de Triunfo", y acusó al gobierno de "azuzar los miedos", informó AFP. En tanto, Marine Le Pen, presidenta del Reagrupamiento Nacional (partido heredero de la extrema derecha de Frente Nacional) también mostró su apoyo al movimiento, así como también el antecesor de Macron, el socialista François Hollande.
La mayoría de los manifestantes acudieron este sábado a París a manifestarse de forma pacífica, portando sus "chalecos amarillos" de automovilistas. Ante esta nueva jornada de protestas, las autoridades habían decidido cerrar el tráfico en los Campos Elíseos, aunque los peatones sí podían acceder a la avenida. Los comerciantes de la zona habían tomado sus precauciones, tras los destrozos causados el 24 de noviembre, colocando tableros de madera frente a sus locales.
Esta nueva manifestación es ahora observada con recelo por el ejecutivo de Macron, que accedió a la presidencia francesa hace solamente 18 meses y cuya popularidad cae de forma imparable.
La primera jornada nacional de los "chalecos amarillos", el 17 de noviembre, congregó en toda Francia a 282.000 personas, y la segunda a 106.000, 8.000 de ellas en París. El movimiento también se extendió el viernes a Bélgica, donde un centenar de "chalecos amarillos" belgas se manifestaron en Bruselas.
Fuente: AFP
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