En su cruzada para “limpiar” la Iglesia Católica, azotada por las denuncias de abusos sexuales sobre menores, el Papa aceptó ayer la renuncia de otros dos obispos, con lo que suman ya siete los prelados cuyo retiro ha forzado.
En un comunicado oficial, el Vaticano informó ayer que Francisco aceptó la renuncia de Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, obispo de Chillán desde 2006, así como de Cristián Enrique Contreras Molina, obispo de San Felipe, acusados de cometer abusos sexuales sobre menores.
La Iglesia Católica chilena está en el ojo de la tormenta por los escándalos de pedofilia, y el Pontífice decidió sanear la institución tras recibir informes detallados luego de su visita, en enero, a ese país.
En mayo, los obispos chilenos, más de una treintena, presentaron su renuncia en bloque tras reunirse con Francisco, a quien víctimas y expertos piden que aplique con firmeza la “tolerancia cero” contra la pedofilia.
En agosto, la Justicia chilena informó a las autoridades eclesiásticas la apertura de una investigación contra el obispo de Chillán, de 60 años, tras una serie de acusaciones anónimas de abusos sexuales.
El obispo de San Felipe, la región donde se ha registrado el mayor número de denuncias, también está siendo investigado por la Justicia de su país por abusos sexuales cometidos hace unos diez años.
Víctimas. En un tuit escrito ayer, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas más emblemáticas de los abusos cometidos por el poderoso cura chileno Fernando Karadima, celebró la remoción de los dos obispos.
“¡Alegría para todos en Chile! Dos menos de la banda de delincuentes (...). ¡Ahora a responder ante la Justicia por abuso y encubrimiento! De a poco limpiando”, escribió.
Ante la avalancha de denuncias de abusos cometidos en Chile por curas y obispos, Francisco ha decidido evaluar cada caso de manera individual, y por ello las notificaciones llegan en forma separada y gradual, explicaron fuentes religiosas.
“Hay muchas partes oscuras que suponemos y esperamos con mucha ansia que, al salir del cargo, la gente por fin se atreva a hablar, a denunciar lo que le parezca injusto con tranquilidad”, comentó la representante de la Red Laical de la ciudad de Chillán, Mirena Romero.
Hasta ahora, el Papa ha aceptado la renuncia de siete obispos chilenos, los cuales han sido sustituidos por administradores apostólicos. Entre los obispos que han sido cesados figuran el de Osorno (Juan Barros), Valparaíso (Gonzalo Duarte), Puerto Montt(Cristián Caro), Rancagua (Alejandro Goic) y Talca (Horacio Valenzuela).