El Papa Francisco viajó este domingo 28 de agosto a la ciudad italiana de L'Aquila para rezar por las víctimas del devastador terremoto de 2009, y oró ante la tumba de Celestino V, el primer pontífice en 1.200 años que renunció voluntariamente al Papado.
Durante su visita de pocas horas a esa ciudad de los Abruzos en el centro de Italia, que quedó devastada tras el terremoto que causó 300 muertos y más de 1500 heridos, el Papa desató todo tipo de especulaciones al elogiar al ex Pontífice.
“Fue un valiente testigo del Evangelio, porque ninguna lógica de poder lo encajó ni dominó”, dijo Francisco.
Jorge Bergoglio llegó poco antes de las 08.30 horas en helicóptero a la localidad de unos 70.000 habitantes, donde también celebró la misa y el rezo dominical del ángelus y cumplió el antiguo rito de la apertura de la Puerta Santa.
El papa Francisco prepara su sucesión
La visita del papa fue programada un día después del Consistorio para la investidura de 20 nuevos cardenales y coincide con la antigua "fiesta del perdón" católico, que se celebra en esa ciudad desde el siglo XIII.
Se trata de la primera vez en 728 años que un papa participa en esa ceremonia, inaugurada por Celestino V, un humilde ermitaño que aceptó su elección al Trono de Pedro a regañadientes, contó con muchos enemigos por sus reformas y tuvo que renunciar al cargo.
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Celestino V, dijo Francisco, fue “un valiente” y que “ninguna lógica de poder lo dominó”
El homenaje de Francisco a ese pontífice tan anómalo, el primero de la historia que renuncia, generó muchas especulaciones entre los observadores en asuntos del Vaticano, ya que recientemente, en declaraciones a la prensa, el papa argentino no descartó dimitir por razones de salud.
Francisco, que tiene problemas para caminar y se moviliza en silla de ruedas, se trasladó en papamóvil de la catedral a la plaza de la basílica de Santa María de Collemaggio saludando a la multitud donde algunos ondeaban banderas amarillas y blancas del Vaticano.
En la basílica, famosa por albergar la Puerta Santa más antigua del mundo y la tumba de Celestino V, el papa Francisco rezó por el pontífice "del gran rechazo", que no se doblegó al poder de entonces.
"Celestino V fue un valiente testigo del Evangelio, porque ninguna lógica de poder lo encajó ni dominó. Con él admiramos una Iglesia libre de lógicas mundanas y testimonio pleno de la misericordia de Dios", subrayó Francisco.
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Quién era el religioso Pietro del Morrone, conocido como Celestino V
El religioso Pietro del Morrone vivía como monje benedictino en las montañas de los Abruzos cuando los doce cardenales del cónclave de Perugia vinieron a anunciarle su elección.
Morrone adoptó el nombre de Celestino V y trasladó la corte papal a Nápoles, pero no tardó en exponer las razones que le impiden asumir su función: su humildad y su salud. Por ello, abdicó el 13 de diciembre de 1294, en acuerdo con los cardenales.
Por haber sido ermitaño toda su vida hasta su coronación, Morrone no se sentía preparado para asumir este papel de liderazgo en la Iglesia, pero su nombramiento servía para poner fin a la guerra entre Güelfos y Gibelinos por la sucesión del papa Nicolás IV, fallecido en 1292.
El reinado de San Celestino V fue breve, ya que renunció el mismo año de su elección, en 1294, a la avanzada edad de 80 años. Se cree que murió en 1296, asesinado por orden del papa y fue enterrado en la iglesia de su orden en L'Aquila, centro de Italia.
Canonizado en 1313, con el nombre de Pedro el Confesor, durante los siguientes siglos, Celestino V fue figura controvertida. Muchos lo asociaron con la figura del enfermo de la "Divina Comedia" de Dante, a quien se describe como "aquel que por cobardía hizo la gran renuncia".
Cuando Benedicto XVI visitó la iglesia en 2009, colocó el largo palio de lana que había usado durante su Misa de Entronización sobre el ataúd de vidrio de Celestino como ofrenda, un gesto que, en 2013, muchos interpretaron como una señal de su próxima abdicación.
ag / ds