AFP/ANSA
Vaticano
En un fuerte mensaje a la dirigencia política europea, el papa Francisco afirmó ayer que el desempleo implica la pérdida de la dignidad humana para las personas e instó a los gobiernos a desarrollar un pacto que fomente el trabajo en tiempo de crisis. Fue durante su primer discurso pronunciado en Molise, una de las regiones de Italia más perjudicadas por la crisis.
Como es su costumbre, antes de hablar el Pontífice se reunió con habitantes del lugar que hicieron las veces de anfitriones. Esta vez mantuvo un encuentro con trabajadores y pequeños empresarios. “El problema de no trabajar no es el de no ganar dinero para comer, porque podemos acercarnos a organizaciones como Cáritas y nos dan alimentos –subrayó Jorge Bergoglio–. El problema es no poder llevar el pan a casa, ¡eso nos roba la dignidad!”.
Y prosiguió: “Tantos puestos de trabajo podrían ser recuperados a través de una estrategia concordada con las autoridades nacionales, un ‘pacto para el trabajo’ que sepa aprovechar las oportunidades ofrecidas por las normativas nacionales y las europeas”.
En esos términos se expresó ante cientos de alumnos y profesionales del sector de la industria, en un acto celebrado en la Universidad de los Estudios de Molise. Ese fue el primero de los cuatro discursos que ofreció ayer durante su visita de once horas.
Los viajes del Papa por Italia siguen una línea clara: salir de los lujosos palacios vaticanos para ir al encuentro de “la periferia”. Bergoglio no viajó aún a las fastuosas Milán, Florencia o Venecia, pero sí a la isla de Lampedusa para denunciar “la globalización de la indiferencia” frente al drama de la inmigración; a Cerdeña para despotricar contra “los ídolos del dinero que se roban la dignidad”; y a Calabria para excomulgar a la organización mafiosa de la ‘Ndrangheta. En Molise respetó el guión: se reunió con presos, enfermos y trabajadores industriales golpeados por la crisis económica.
Como en otras ocasiones, Francisco volvió a abogar por la importancia de la institución familiar. “Cuando madres y padres jóvenes vienen a confesarse yo les pregunto: ‘¿Juegas con tus hijos?’ Esto es algo que se está perdiendo. Jueguen con sus hijos, pierdan el tiempo con ellos”, manifestó.
Tras el discurso pronunciado en la Universidad, Bergoglio recorrió en el papamóvil las calles de Campobasso hasta el antiguo estadio Romagnoli, donde leyó la única homilía de la tarde. Para ese momento, su fuerte mensaje a los políticos europeos para que luchen contra la “plaga y el drama del desempleo” ya había quedado suficientemente claro