Al menos 50 tornados azotaron ocho estados de Estados Unidos, incluidos Arkansas, Illinois, Indiana, Kentucky, Missouri, Mississippi, Ohio y Tennessee, este fin de semana y solo dejaron devastación a su paso. Los vientos derribaron líneas eléctricas, arrancaron techos de edificios y, en algunos casos, diezmaron comunidades.
Solo el estado de Kentucky tendrá con toda probabilidad más de 100 muertes por el devastador paso de los tornados, según pronosticó el gobernador Andy Beshear tras confirmar 80 fallecimientos. "Nada en la línea directa del paso (del tornado) el sábado pasado permaneció en pie", lamentó mientras descienden las posibilidades de encontrar sobrevivientes bajo los escombros se vuelven cada vez más remotas.
Uno de los tornados recorrió tierra por 365 kilómetros, de los que 322 fueron en Kentucky. Son cifras excepcionales que, de confirmarse, podrían hacer de esta oleada de tormentas un acontecimiento histórico, dicen los expertos.
En Kentucky, el pequeño pueblo de Mayfield fue muy castigado por el tornado, incluyendo una fábrica de velas completamente destruida y donde las autoridades temían inicialmente un saldo muy alto de defunciones. Solo 94 de los empleados de la fábrica "están vivos y fueron encontrados" de un total de 110 que trabajaban allí el viernes por la noche.
"Sucedió tan rápido", dijo Kyanna Parsons Pérez a la cadena CNN, al narrar la furia iracunda del huracán sobre la fábrica donde trabaja. "Todos simplemente nos balanceamos de un lado a otro, y luego boom, todo cayó sobre nosotros", contó. Ella era una de las más de 100 personas que trabajaban en la fábrica, que había estado "funcionando las 24 horas del día, los siete días de la semana" en parte para satisfacer la demanda de velas navideñas.
Otro de esos ciclones destruyó un geriátrico en Monette, Arkansas, y ocasionó la muerte de un hombre de 94 años. Allí, se volaron los techos y todo quedó al descubierto, pero el personal sanitario se dedicó a proteger con sus cuerpos a los 67 ancianos residentes. "Es un milagro que solo perdimos a una persona en el hogar de ancianos", dijo el gobernador de ese estado.
Barbara Richards, trabajadora de la residencia, reveló al diario The Washington Post que ella y otras enfermeras se agarraron a los residentes que estaban en sillas de ruedas y se echaron encima de ellos, protegiéndolos de la caída de escombros mientras el tornado arrasaba, destruía el tejado y las paredes y rompía el sistema rociador antiincendios, empapando de agua a los ancianos, de entre 80 y 100 años de edad.
"El fuerte viento arrancaba las almohadas de las manos a los ancianos. Nos atravesó como si fuéramos papel", deslizó aún conmocionada la enfermera.
Ahora Estados Unidos enfrenta "una nueva norma" con la proliferación de eventos climáticos devastadores, advirtió el domingo la directora de la Agencia Estadounidense de Manejo de Crisis (FEMA), en un momento en que el país está en estado de shock tras la devastación causada el viernes por una serie de tornados que asolaron varios estados.
"Esta será nuestra nueva norma", dijo Deanne Crisswell a CNN. "Los efectos que estamos viendo por el cambio climático son la crisis de nuestra generación", agregó. Destacó además la dimensión "increíblemente inusual" e "histórica" de estos tornados para esta época del año.
"Incluso la gravedad y la cantidad de tiempo que han tocado tierra no tienen precedentes. Estamos viendo tormentas más intensas, un clima más extremo, ya sean huracanes, tornados o incendios forestales", dijo Crisswell a la cadena ABC.
Los fenómenos meteorológicos son "más intensos" con el calentamiento, había subrayado el sábado el presidente Joe Biden tras haber deplorado las decenas de víctimas provocadas el viernes por la noche por "una de las peores series de tornados de la historia" de Estados Unidos.
"Todo es más intenso cuando el clima se calienta", dijo el mandatario, sin establecer sin embargo un vínculo causal directo entre el cambio climático y el desastre que mató al menos 94 personas, la mayoría en Kentucky.