En medio de la crisis migratoria, Hungría reforzó sus leyes anti-inmigrantes, finalizó la construcción de un cerco de púas en los 175 kilómetros de frontera con Serbia y reforzó la frontera con policías.
"La primera parte de la alambrada fronteriza ha sido terminada de la fecha fijada, el 31 de agosto", explicó el ministro de Defensa Húngaro en un comunicado.
El Gobierno nacionalista húngaro busca frenar la afluencia de refugiados procedentes de Siria y Afganistán. En tanto, el férreo bloqueo instalado por los húngaros obligó tanto a Austria y como a Alemania a permitir el ingreso de refugiados.
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