INTERNACIONAL
anuncio oficial

Irán negocia, y al mismo tiempo provoca: ya logró enriquecer uranio al 60%

Mientras sostiene diálogos indirectos para reactivar el pacto nuclear que Trump abandonó, Teherán avanza con su programa que, asegura, solo tiene fines pacíficos.

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Visita. El presidente Rohani recibe explicaciones sobre el nuevo equipamiento. En junio hay elecciones y defendió las negociaciones del pacto frente a los “halcones” de su país. | presidencia de Irán y afp

Irán anunció ayer que comenzó a producir uranio enriquecido al 60%, en una nueva y espectacular violación de sus compromisos asumidos ante la comunidad internacional, preocupada por sus ambiciones nucleares, y mientras avanzan en Viena las conversaciones indirectas para reavivar el pacto internacional que Donald Trump abandonó en 2018.

Se trata de uno de los mayores desafíos de política exterior de Joe Biden, quien anunció su intención de que su país retorne al Pacto de Acción Integral Conjunto (Jcpoa, por sus siglas en inglés), firmado en 2015 por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania y la UE. 

“Ahora obtenemos nueve gramos por hora” de uranio enriquecido al 60%, declaró el presidente de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi.

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Previamente, la agencia Tasnim había informado que la planta de enriquecimiento de Natanz, en el centro de Irán, empezó a producir esa materia, que acercaría a la República Islámica al umbral del refinamiento al 90%, que permite una aplicación nuclear. 

Los científicos de Natanz continúan “trabajando en el modo de instalar las dos cadenas de centrifugadoras” destinadas a producir uranio enriquecido al 60%, agregó Salehi.

Por su parte, el presidente del Parlamento iraní, Mohamad Baqer Qalibaf, subrayó a través de su cuenta en la red social Twitter que “jóvenes y piadosos científicos iraníes han sido capaces de obtener uranio enriquecido al 60%”.

“Felicitamos al valiente pueblo del Irán islámico por este éxito. La voluntad del pueblo iraní es milagrosa y acabará con cualquier conspiración”, agregó. 

Después de la explosión registrada el domingo en la planta de enriquecimiento de Natanz, por la que Teherán acusó a Israel, la República Islámica anunció el martes que enriquecería uranio al 60%, muy por encima del 20% que practica desde enero y del umbral máximo de 3,67% fijado por el acuerdo internacional firmado en Viena en 2015 sobre el programa nuclear iraní.

El presidente iraní, Hasan Rohani, subrayó que la decisión de comenzar a enriquecer uranio al 60% “es una respuesta a la maldad. No se puede cometer esos crímenes. Si lo haces, te cortaremos ambas manos. Modernizando las centrífugas y enriqueciendo al 60%, te cortamos ambas manos”, sostuvo. 

Al hablar en la reunión de gabinete del miércoles pasado, Rohani reafirmó que para Teherán la explosión en la planta de Nasaz fue “un ataque del régimen sionista”, como Irán se refiere siempre a Israel. 

“Si los sionistas toman acciones contra la nación iraní, nosotros les responderemos”, advirtió el presidente. Pero, al mismo tiempo, nuestras actividades nucleares son pacíficas y bajo los auspicios de la Agencia Internacional de Energía Atómica”, añadió. 

Impresión positiva. El anuncio del inicio de la producción de uranio al 60% coincide con las negociaciones, en Viena, destinadas a salvar el pacto, del que Estados Unidos se retiró unilateralmente en 2018 a iniciativa de su entonces presidente Donald Trump. 

El anuncio, que varios analistas calificaron de “provocación”, es el último paso, y también el más notable, que dio la República Islámica hasta la fecha para alejarse de los compromisos asumidos en el acuerdo de Viena. 

En represalia a la retirada de Estados Unidos del acuerdo, y al restablecimiento de las sanciones estadounidenses contra Irán, Teherán comenzó a incumplir sus compromisos a partir de mayo de 2019.

El jueves, en Viena, se celebró una nueva sesión de las discusiones destinadas a hacer que Washington se reincorpore al pacto y que anule sus sanciones contra Irán. Esta sesión dejó “una impresión general positiva”, indicó el embajador ruso ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Viena, Mijaíl Uliánov.

El miércoles, Alemania, Francia y el Reino Unido, que junto con Rusia, China e Irán firmaron el acuerdo de Viena, afirmaron que el anuncio de Irán de que enriquecerá uranio al 60% les despertaba “gran preocupación”.

El presidente iraní, Hasan Rohani, consideró no obstante que esas “preocupaciones” estaban infundadas. “Hoy incluso podemos enriquecer al 90% si así lo deseamos”, declaró el mandatario. “Pero lo hemos dicho desde el primer día y mantenemos nuestra palabra: nuestras actividades nucleares son pacíficas, no queremos dotarnos de la bomba atómica”, sostuvo.

Ayer, la Unión Europea insistió en que el proceso abierto en el seno de la comisión conjunta del acuerdo nuclear para conseguir la vuelta de Estados Unidos sigue en marcha, pese al anuncio de Irán, que también amenazó con retirarse del diálogo si no se producen avances. “El proceso está en marcha y se centra en todas las opciones diplomáticas para encontrar una salida y no tener que lidiar con asuntos como la escalada de Irán. El trabajo sigue en marcha”, afirmó el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano.

Fracaso. La firmeza de la respuesta iraní revela el fracaso de la política de “mano dura” hacia Teherán llevada adelante por Trump. Tras abandonar el pacto firmado por Obama, por considerarlo muy débil e incapaz de impedirle a Irán desarrollar armas nucleares, impuso duras sanciones económicas al régimen de los ayatolas, con la intención de debilitar a sus líderes, fortalecer la oposición interna y, finalmente, llevar al país a aceptar un nuevo pacto, con condiciones más severas. 

Nada de eso sucedió y, en parte, las consecuencias fueron las inversas. Irán sobrevivió, con grandes privaciones, a las sanciones, la oposición no pasó de protestas, algunas violentas, pero muy focalizadas, y la situación fortaleció a los “halcones” dentro del régimen, que rechazan toda negociación con Washington y esperan reafirmar su poder en las próximas elecciones de junio. 

En su mensaje al gabinete, Rohani se refirió abiertamente a esos sectores. “Algunos tienen miedo de las conversaciones de Viena. Les preocupa que estas negociaciones den resultados pronto y que las sanciones se levanten de inmediato, y por lo tanto pueden enfrentar problemas en las elecciones”, afirmó el presidente. 

“Ninguna facción o individuo tiene derecho a tomar como rehén el sustento de la gente para ganar elecciones”, agregó.

“Somos fuertes, negociaremos con los Estados Unidos y les daremos una lección, como hemos hecho antes. Tenemos una firme lógica de negociación y podemos persuadir al enemigo”, concluyó el presidente iraní.