Isabel Allende: "Garzón seguirá investigando las cuentas de Pinochet"

Isabel Allende, la hija del presidente chileno Salvador Allende, asesinado durante el golpe militar que encabezó el dictador Augusto Pinochet en 1973, afirmó hoy que el juez español Baltasar Garzón continuará la investigación de las cuenta secretas del ex militar fallecido el domingo pasado.

Las declaraciones de la actual diputada socialista, se sucedieron después de que mantuviera una reunión con el magistrado, la cual calificó como “estupenda”, donde Garzón le “aseguró”, de acuerdo a la agencia AFP; que los procedimientos abiertos en los tribunales españoles por la represión de la dictadura chilena “deben continuar”.

“Mi intención era que continuaran los juicios, entre otros, el del banco –norteamericano- Riggs”, en el cual, según investigaciones de Garzón, el ex dictador chileno tenía cuentas secretas por nueve millones de dólares, contó la escritora a la prensa luego de la Audiencia Nacional, principal instancia penal de la Justicia española.

A su vez, la hija del presidente derrocado por el ex dictador el 11 de septiembre de 1973 añadió que “afortunadamente continúa este proceso tanto “en contra de la mujer de Pinochet”, como “en contra de su secretario personal”.

Con anterioridad –en 1998-, el juez español emitió una orden de detención y extradición contra Pinochet, por delitos de lesa humanidad durante su régimen militar que se extendió durante 17 años (1973-90), donde además el magistrado ordenó el embargo de sus bienes.

En diciembre de 2004 Garzón amplió las investigaciones sobre fondos secretos de Pinochet a su esposa, Lucía Hiriart y sus cinco hijos, mientras que en febrero de 2005 el magistrado español archivó la causa referida a las cuentas de Pinochet en el banco estadounidense Riggs, tras un acuerdo de la entidad con las víctimas para indemnizarlas con nueve millones de dólares.

Garzón seguirá investigando el paradero de 27 millones de dólares que Pinochet habría depositado en otros bancos; al respecto Allende dijo que espera “la continuación del proceso porque si no sería incomprensible que la familia Pinochet terminara con 30 millones de dólares que es un saqueo al patrimonio nacional chileno".