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Israel bombardea posiciones en el campo de refugiados de Jabaliya: decenas de muertos

Mientras continúa con sus operaciones terrestres para “aniquilar” a Hamas tras los ataques terroristas del 7 de octubre, cuando comandos del grupo palestino asesinaron a 1.200 personas, en su mayoría civiles y muchos niños, y secuestraron a otras 300, el ejército israelí bombardeó ayer en dos oportunidades el campo de refugiados de Jabaliya, en Gaza. Según el grupo palestino, las bombas destruyeron una escuela y una vivienda particular, y provocaron al menos ochenta muertos. Entretanto, familiares de rehenes israelíes piden al premier Benjamin Netanyahu que negocie su liberación.

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Destrucción. El primer bombardeo, contra una escuela, dejó 50 muertos, y el segundo impactó en una vivienda, donde mató a 32 personas de una misma familia, incluyendo 19 niños, de acuerdo con las autoridades del movimiento islamista, en el poder en Gaza desde 2007. | afp

El Ministerio de Salud de Hamas anunció ayer la muerte de más de ochenta personas en dos bombardeos israelíes de un campo de refugiados administrado por la ONU en Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, devastado por los combates entre Israel y el movimiento islamista palestino.

El primer bombardeo, contra una escuela, dejó cincuenta muertos, y el segundo impactó en una vivienda, donde mató a 32 personas de una misma familia, incluyendo 19 niños, de acuerdo con las autoridades del movimiento islamista, en el poder en Gaza desde 2007.

El primer bombardeo golpeó al amanecer la escuela Al Fakhura, que alberga a personas desplazadas, dijo un funcionario del ministerio. 

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Imágenes que circulan en las redes sociales, verificadas por la agencia AFP, muestran cuerpos cubiertos de sangre o polvo en los pisos del edificio, donde se habían instalado colchones debajo de los pupitres.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) expresó su indignación por un ataque “horrendo. Estos ataques deben cesar. Un alto el fuego humanitario no puede esperar más, escribió en la red X el jefe de la Unrwa, Philippe Lazzarini.

El coordinador de Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia de Naciones Unidas (OCHA), Martin Griffiths, hizo referencia a “informaciones trágicas” y recordó que los refugios eran “lugares de seguridad” y las escuelas, “lugares de enseñanza”.

En el segundo bombardeo, que golpeó una casa en el mismo campo de refugiados, murieron 32 miembros de la misma familia, incluidos 19 niños, indicó el Ministerio de Salud de Hamas, que difundió una lista de nombres. 

El ejército israelí no confirmó los bombardeos, pero señaló en un comunicado que sus tropas estaban ampliando sus operaciones en la Franja de Gaza, incluyendo algunas partes de Jabaliya, para “apuntar contra terroristas y bombardear infraestructura de Hamas”.

Durante la noche, otro bombardeo israelí alcanzó Khan Yunis, matando al menos a 26 personas, según el director del hospital Nasser en esa ciudad del sur de la Franja de Gaza.

Comandos de Hamas mataron el 7 de octubre a 1.200 personas en suelo israelí, la mayoría de ellas civiles, y secuestraron, junto a otros grupos armados, a unas 240 personas, según las autoridades israelíes. 

Desde entonces, los bombardeos israelíes de represalia en la Franja de Gaza han sido incesantes y mataron, según un balance del Ministerio de Salud de Hamas, a 12.300 civiles palestinos, incluidos 5 mil niños. El ejército también confirmó que ha logrado eliminar a gran parte de los comandantes militares de Hamas en la Franja.

Hospital evacuado. Cientos de personas evacuaron ayer el hospital Al Shifa, donde había más de 2 mil pacientes, médicos y personas desplazadas por la guerra, después de ser emplazadas por Israel a salir del lugar “en una hora”.

Israel realiza incursiones desde hace cuatro días en ese hospital, el mayor del territorio, por considerar que alberga un centro de mando de Hamas. El ejército ha divulgado imágenes de armamento y equipamiento militar hallado en el lugar.

Seis médicos permanecerán en el hospital para atender a 120 pacientes, incluidos bebés prematuros, que no pueden ser trasladados, indicó uno de ellos, el doctor Ahmed El Mokhallalati, en la red X.

Los enfermos, acompañados de personal médico, abandonaron a pie el hospital y se dirigieron hacia la carretera Sal. En el camino había al menos quince cuerpos, algunos en avanzado estado de descomposición, en un paisaje de carreteras destrozadas, tiendas destruidas y automóviles volcados o aplastados. 

En paralelo a los bombardeos, Israel, que ha prometido “aniquilar” a Hamas, lleva a cabo desde el 27 de octubre operaciones terrestres en la Franja de Gaza, un territorio de 362 km2 y unos 2,4 millones de habitantes. Las operaciones terrestres se concentran en el norte del territorio, en la ciudad de Gaza, convertida en un campo de ruinas, y alrededor de hospitales, donde el ejército acusa a Hamas de haber instalado bases y de usar a los enfermos como “escudos humanos”. 

Israel cortó el 9 de octubre el suministro de alimentos, agua, electricidad y medicinas que suelen transitar por Rafah, en la frontera con Egipto, en el sur de la Franja. Según Hamas, 24 de los 35 hospitales de Gaza han dejado de funcionar.

Según la ONU, más de dos tercios de los 2,4 millones de habitantes de la Franja de Gaza han sido desplazados por la guerra. La mayoría huyó al sur con lo mínimo y sobrevive al frío que se avecina. 

El jueves, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas advirtió que los civiles de Gaza “se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre”.

A petición de Estados Unidos, Israel autorizó el viernes la entrada diaria por Rafah de dos camiones cisterna con combustible. Según la autoridad de la parte palestina del paso fronterizo, estos primeros 17 mil litros permitirán reactivar los generadores eléctricos de hospitales y redes de telecomunicaciones. 

Israel se negaba hasta ahora a dejar pasar el combustible, alegando que podría ser usado en actividades militares de Hamas, un movimiento considerado como organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.

Las tensiones también son altas en Cisjordania, un territorio ocupado desde 1967 por Israel, donde unos 200 palestinos murieron a manos de colonos y de soldados israelíes desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud palestino.

Netanyahu, bajo presión. El gabinete de guerra israelí, dirigido por el primer ministro conservador Benjamin Netanyahu, enfrenta una fuerte presión externa para aliviar los padecimientos de los civiles de Gaza. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el miércoles una resolución para pedir “pausas humanitarias” en la guerra. El jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, destacó ayer en una conversación telefónica con Netanyahu la “necesidad urgente” de aliviar la crisis humanitaria en Gaza.

Netanyahu enfrenta también la presión de los familiares de los secuestrados por Hamas, que reclaman un acuerdo que permita liberarlos. Una marcha de miles de personas, que partió el martes de Tel Aviv, llegó ayer a Jerusalén con el lema “Tráiganlos a casa ahora”, y se dirigía hacia la oficina de Netanyahu.