El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presenta una “mejora clínica” luego de haber sido hospitalizado de emergencia la madrugada de este lunes 3 de enero por una presunta obstrucción intestinal, informó el hospital Vila Nova Star de Sao Paulo.
La institución aseguró en horas de la tarde que el mandatario de 66 años de edad, evoluciona sin fiebre ni dolor abdominal tras colocarle una sonda nasogástrica. Agregaron que Bolsonaro, quien permanece bajo tratamiento, incluso “dio un pequeño paseo por el pasillo del hospital”.
Los especialistas, sin embargo, aún no determinan si será necesario realizarle una intervención quirúrgica.
Un gobierno marcado por la mala salud: la historia clínica de Jair Bolsonaro
La noche de este lunes se esperaba la llegada a Brasil del médico Luiz Antônio Macedo, quien atiende al presidente brasileño desde que lo apuñalaron en el abdomen durante la campaña presidencial de 2018, para tomar una decisión al respecto. El cirujano se encontraba de vacaciones con su familia en Las Bahamas.
El diario O Globo de Brasil confirmó además que, durante el día, el presidente también fue sometido a una prueba de Covid-19 que resultó negativa. El medio de comunicación también publicó que Bolsonaro permanece en el piso 15 del hospital que fue habilitado solo para él.
Internaron de urgencia a Jair Bolsonaro: "Empecé a sentirme mal después del almuerzo del domingo"
Un mal recurrente
Durante la madrugada de este lunes, el mandatario publicó en su cuenta de Twitter que comenzó a sentir malestar después del almuerzo del domingo. “Llegué al hospital hoy a las 3:00 am. Me pusieron una sonda nasogástrica”, publicó en la red social.
Tras compartir una foto suya en el hospital, atribuyó el problema de salud a la puñalada que sufrió en 2018. Debido al ataque, el gobernante ultraderechista pasó por al menos cuatro cirugías, entre ellas la colocación y posterior retirada de una bolsa de colostomía, que lo volvieron más proclive a sufrir trastornos intestinales.
El mandatario, en el poder desde 2019, detalló que se trataba de la segunda hospitalización que enfrenta, con síntomas similares, como secuela de las heridas que sufrió. Ya había sido ingresado en el hospital a mediados de julio para tratar una obstrucción intestinal. En esa ocasión, permaneció cuatro días internado y no precisó cirugía.
Bolsonaro acababa de disfrutar sus vacaciones de fin de año en Santa Catarina, al sur de Brasil. Opositores a su gobierno realizaron fuertes críticas por trasladarse a esa región mientras en Bahía la gente se enfrenta a las inundaciones que han dejado un saldo de 25 muertos.
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