El sobre con tres balas dirigidas al Papa Francisco empieza a arrojar algunas pistas sobre quién podría haber enviado el mensaje y cuál sería el contenido de la misma. El hecho ocurrió días después de que el Sumo Pontífice impulsara un juicio por malversación de fondos en el Vaticano, con gastos de 200 millones de euros en la compra de un lujoso inmueble en Londres. Además de los proyectiles, se encontró una referencia a transacciones financieras que ligarían el mensaje al juicio.
El centro postal Peschiera Borromeo fue el eje informativo este lunes luego de que los carabineros de la empresa San Donato Milanese interceptaran una carta dirigida al Papa Francisco con tres perdigones de 9 milímetros.
Dirigido a "El Papa - Ciudad del Vaticano - Piazza San Pietro en Roma", la misiva tenía un linkeo relacionado al juicio que se inició desde la Santa Sede el 27 de julio contra 10 personas por malversación de fondos e irregularidades en la compra de un lujoso edificio. En el texto, figuraba una mención a las transacciones financieras que tienen en la mira de la justicia al Vaticano.
De acuerdo a la información del medio Corriere della Sera, los carabineros encontraron dos pistas referidas a la emisión de la misiva. La primera de ellas, es que tiene sello francés, con lo cual creen que el mensaje fue direccionados desde el país galo.
Pero el detalle más paradójico es que conocerían al mensajero, una persona que ya habría enviado otras cartas al Vaticano. Además de los perdigones, los carabineros también encontraron una copia de un depósito de 10 euros.
El juicio que impulsa el Vaticano
Según detalló Corriere della Sera, dentro de la carta enviada al Sumo Pontífice se hacía referencia a "transacciones financieras" en el Vaticano que tienen estrecha relación con el juicio que se está llevando adelante por corrupción.
“Se han descubierto cosas impresionantes y el juicio que comenzó la semana pasada es solo la punta de un iceberg”, afirmó en el día de ayer el periodista italiano Guido Gasolli, en comunicación con RePerfilAr.
Dentro de los acusados de peso involucrados que están siendo juzgados por maniobras fraudulentas se encuentra el ex vicesecretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Becciu.
Uno de los últimos casos que resonó fuerte fue la compra de un inmueble en un barrio de Londres por 200 millones de euros. Dentro de los cargos que pesan sobre los acusados se encuentran malversación, blanqueo de capitales, fraude, extorsión y abuso de funciones.
De acuerdo a las investigaciones, parte del dinero que formó parte de esa transacción estaba vinculado con el Obolo de San Pedro, "una ayuda económica que los fieles ofrecen al Santo Padre, como expresión de apoyo a la solicitud del Sucesor de Pedro por las múltiples necesidades de la Iglesia universal y las obras de caridad en favor de los más necesitados", explica la página del Vaticano.
La orden para investigar el funcionamiento financiero interno de la Santa Sede provino del propio Francisco luego del aviso del director del Banco Vaticano, Jean-Baptiste de Franssu, quien lo alertó sobre movimientos extraños en el movimiento del dinero santo.
GI/FL
