La noticia para los Sooter, una familia de Arkansas, en Estados Unidos, fue devastadora. En noviembre de 2016, Adalynn “Addy” Joy, fue diagnosticada con cáncer cerebral. Tenía un tumor, llamado DIPG (por las siglas en inglés de Diffuse Intrinsic Pontine Glioma), contra el cual lucharon por casi dos años, durante los que relataron su historia en un grupo público de la red social Facebook, bajo el lema Hope for Addy Joy.
Fue en esa misma plataforma, en la que Matt Sooter, el padre de la menor de 4 años, compartió el deterioro que empezó a sufrir la pequeña y el dolor que eso desencadenaba en su hermano mayor, Jackson, de tan solo 6 años. Ambos eran muy unidos y aparecían en múltiples fotos en las que se podía apreciar la complicidad que había entre los nenes.
Sin embargo, la enfermedad de Addy no dio tregua. “Los síntomas de Addy han progresado rápidamente en el último día y medio. Ayer se despertó valiente y juguetona. Pero nuestra chica ya no puede comer o tragar sin dificultad y está durmiendo la mayor parte del tiempo (…) Lo más probable es que no le quede mucho”, detalló Matt el 3 de junio y ese mismo día su hija falleció.
A su lado permaneció su hermano, quien resultó muy afectado por el deceso de la pequeña. En la imagen de los dos nenes, el padre describió lo siguiente: “Un niño pequeño no debería tener que despedirse de su cómplice, su compañera, su mejor amiga, su hermana pequeña. Esto no es cómo debería ser. Pero así es este mundo roto en el que vivimos (…) Recen por Jackson. Él no quiere irse de su lado y nosotros no lo obligaremos. Recen por nosotros. Para que tengamos las palabras adecuadas y podamos hacer los arreglos necesarios a tiempo”, agregó el hombre.
De inmediato, la imagen se viralizó y hasta la tarde de este martes 12 ya acumulaba más de 5 mil reacciones, 1500 compartidos y cientos de comentarios de usuarios evidentemente conmovidos por la desgarradora despedida.
