Después de declarar el coronavirus como una emergencia de salud mundial en enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció ayer que crece la preocupación por el virus y que hoy mandará a un equipo internacional a Wuhan, China, epicentro del brote. Según alertó el director Tedros Adhanom Ghebreyesus, la “ventana de oportunidad” para erradicar la epidemia “se está estrechando”.
“La misión conjunta dirigida por la OMS en China ha estado trabajando en Beijing, Sichuan y Guangdong, y viajará a Wuhan para continuar su trabajo en el epicentro del brote”, afirmó el director de la organización.
Desde diciembre, más de 2.236 personas murieron y hubo 75.500 infectados en China. En otras partes del mundo, once decesos y 1.100 contagios.
Beijing había impuesto una cuarentena en Wuhan y la provincia de Hubei. En otros 26 países hay más de 1.150 personas infectadas y ocho víctimas fatales. Con la esperanza de prevenir la extensión del virus, la OMS no recomienda restricciones a los viajes internacionales o al comercio.
“Es el momento de atacar el virus ahora que aún es manejable”, declaró Tedros. “Si no atacamos fuerte ahora, podríamos estar ante un grave problema”, agregó.
Los casos “sin vínculo epidemiológico claro” son otra razón por la cual la OMS está preocupada por la evolución del virus. Mientras varios países todavía prohíben la entrada de viajeros provenientes de China, los casos de contagios en Corea del Sur se duplicaron, e Israel y Líbano ratificaron un caso cada uno. Los dos enfermos acaban de regresar de Qom, donde se confirmaron la mayoría de los casos en Irán.
En Japón, la situación también se está agravando. Aunque ya liberaró a los pasajeros restantes que estaban en cuarentena a bordo del crucero Diamond Princess, dos pasajeros australianos fueron declarados contagiados cuando regresaron a Australia. Anteriormente, los dos infectados habían dado negativo en los análisis hechos por las autoridades japonesas.
Víctimas del nerviosimo, unas diez localidades del norte de Italia cerraron ayer los bares, escuelas, centros deportivos y otros lugares públicos, tras detectar 17 casos en todo el país. “Vemos que la situación evoluciona. No solo aumenta el número de casos sino que también vemos diferentes modelos de transmisión”, afirmó Sylvie Briand, directora del Departamento de Gestión de Riesgos Infecciosos de la OMS.
Dos meses después del primer brote, millones de chinos volvieron a sus trabajos, mientras otros se quedaron en sus casas. Una reunión del Partido Comunista Chino (PCCh), en la que participó el presidente Xi Jinping, abordó la muerte de un médico de 29 años en Wuhan como un ejemplo de la complejidad del virus.
Prisiones. También hay preocupación por los contagiados en las cárceles en China. En Hubei, hay 271 infectados en las prisiones, mientras que 200 detenidos y siete guardias están infectados en Jining.
