Mientras las autoridades de Galicia siguen identificando hora a hora a cada uno de los 80 muertos por el descarrilamiento de un tren en Santiago de Compostela, la prensa española comenzó a difundir algunas historias de las víctimas y los sobrevivientes. Entre ellos, tres pasajeras de América Latina, un experimentado periodista y una reconocida directora de TV murieron en el accidente, que dejó -además de víctimas fatales-, más de cien heridos, de los cuales 36 revisten gravedad.
Esta tarde el consulado argentino en Madrid informó que no hay víctimas argentinas por el siniestro ferroviario. Ante los diferentes rumores, las cancillerías de Ecuador y Uruguay también descartaron que hubieran fallecido ciudadanos de esas nacionalidades en el accidente.
Dolor nacional. El Gobierno español decretó tres días de duelo nacional. En paralelo, Galicia tomará siete días. El primer ministro Mariano Rajoy y el líder del PSOE, Alfredo Rubalcaba, recorrieron por separado el lugar del accidente, y la familia real suspendió su agenda tras conocer la noticia.
"Para un santiagués como yo este es el día del Apóstol más triste de mi vida", expresó Rajoy, luego del vergonzoso incidente sufrido en el primer comunicado oficial que emitiera La Moncloa sobre el siniestro.
Historias. Según cuenta el diario ABC, Jaime Tizón fue uno de los primeros bomberos en llegar al lugar. "No sé cuántos vagones había, no sé cuantos muertos sacamos. Cuando llegamos era un auténtico caos", cuenta a ese medio.
Junto a sus compañeros, ingresó en el vagón que sufrió el primer impacto. "Todos muertos. Había un bebé en brazos de su madre, también muerta, y al lado otra señora, supongo que su madre", dice, mientras recuerda los gritos de un hombre, que le pide: "Buscad a mi hijo, tiene dos años, buscad a mi hijo".
Entre los 80 fallecidos figuran David Martín y Laura Naveiras eran novios y viajaban juntos a la tierra natal de ella. Los dos se preparaban para ser médicos en la Universitat de Lleida. "Perdemos a dos grandes médicos pero, sobre todo, perdemos a dos grandes compañeros, a dos grandes personas", dice el Consell de l'Estudiantat, según informó el diario El Mundo.
El accidente de Santiago de Compostela también terminó con la vida de Enrique Beotas, un conocido periodista, especialista en comunicación y relaciones públicas. Beotas fue responsable de comunicación de Alianza Popular -el partido predecesor del Partido Popular- y también ejerció esa función en el Real Madrid y las principales editoriales de España, precisó el diario El País.
El fallecido periodista fue además el biógrafo de Manuel Fraga Iribarne, exministro de Información durante la dictadura franquista. Luego de la transición democrática en España, fue presidente de la Xunta de Galicia durante 20 años.
La suerte de Beotas fue compartida por Carla Revuelta, directora y realizadora de televisión. Viajaba a Santiago para pasar unos días en aquella ciudad.
Búsqueda. En la madrugada argentina -mañana española- las redes sociales como Facebook y Twitter se agotaron para dar con el paradero de Carolina Besada, de 18 años, hermana de una jugadora profesional de fútbol de salón.
"Acaba de descarrilar el puto tren en el que venía mi hermana", tuiteaba ayer por la noche. Con el paso de las horas, se confirmó el fallecimiento de la joven, detalló el periódico local La Voz de Galicia.
Asimismo, el futbolista del Deportivo de La Coruña, Juan Domínguez tenía dos familiares suyos a bordo del tren y hasta el mediodía de la península ibérica se desconocía el paradero de ellos. Horas más tarde, se confirmó el deceso de ambos..
A esa suerte se sumó Blanca Padín, madre del político gallego líder de Converxencia XXI, Carlos Vázquez Padín, quien informaba en Twitter que su madre había fallecido en el accidente. La mujer viajaba a La Coruña para descansar unos días.
Sobrevivientes. En el centro de asistencia instalado por la Cruz Roja, la gente se acercaba para buscar a sus familiares, heridos o muertos.
Jesús López, de 69 años, esperaba solo ante el centro, con aspecto elegante y un paraguas colgado del brazo. Se mantenía apartado, visiblemente afectado, esperando que la familia le diera noticias de su sobrina, que iba dentro del convoy.
Llegó desde La Coruña, a 100 kilómetros de allí, cuando conoció la tragedia. Su sobrina, de 40 años, iba desde Madrid a Galicia para buscar a sus dos hijos de cinco y dos años que pasaban las vacaciones con sus abuelos. Según relató la agencia AFP, la espera es interrumpida por una repentina llamada de teléfono: la mujer se encuentra en el hospital Clínico de Santiago, donde fue reconocida por una amiga enfermera gracias a su alianza de bodas.
"La ha visto en el hospital. Está en estado grave, pero viva", se quebró Jesús.
Mientras tanto, José García Pumares, de 72 años, hablaba sobre el estado de salud de su hijo. "Anoche no sabíamos si estaba vivo o muerto", contaba.
"Fue mi hija más joven que nos explicó lo que había pasado. Ella estaba aquí en las fiestas" organizadas el miércoles en la víspera del día de Santiago, patrono del pueblo gallego, y suspendidas después del siniestro.
Él y su mujer tomaron un taxi para ir a Santiago desde La Coruña. "Fue terrible porque no sabíamos nada. Venimos aquí y aquello sí que fue triste", recordaba, con lágrimas en los ojos delante el restaurante que se encuentra enfrente del servicio de urgencias. Para escapar del vagón, su hijo les contó que tuvo que "romper el cristal él solo".
"Tiene muchos hematomas en la cabeza, la nariz rota y un hombro, pero va mejor. Ahora ya habla", relató José. "Pero tiene muchos nervios: dijo que el tren se fue, se fue, se fue, y se acuerda de mucha gente que iba en el tren y lloraba", contó.
Mensaje real. Esta mañana, el rey Juan Carlos y la reina Sofía visitaron a algunos de los pasajeros internados. "Todos los españoles se unes al dolor de las familias de los muertos. Esperamos que los heridos se recuperen poco a poco", dijo el monarca, tras visitar el hospital donde están la mayoría de víctimas, al tiempo que destacó el "espíritu de ciudadanía" de todos aquellos que colaboraron en las tareas de rescate.