La crisis económica venezolana no tiene límites. O al menos no tiene límites el deterioro de su moneda, que este miércoles perdió otros cinco ceros, en una caída libre que ya escapa casi a las posibilidades de medición, porque el FMI estimó hace unos días que la inflación de 2018 podría llegar en el castigado feudo chavista a 1.000.000%. "El 20 de agosto arranca el programa de recuperación económica con la reconversión monetaria, cinco ceros menos", anunció el mandatario socialista durante una reunión con su gabinete ejecutivo.
Originalmente, Maduro había anunciado la emisión de nuevos billetes con tres ceros menos, que saldrían a circulación el próximo 4 de agosto. La entrada en vigor del nuevo cono monetario ya había sido reprogramada por pedido de la banca, pues inicialmente estaba prevista para el 4 de junio. Según Maduro, la medida busca "facilitar las transacciones financieras" y "proteger" la moneda local, aunque en los hechos lo que se busca es que se puedan realizar transacciones comerciales sin necesidad de llevar montañas de dinero para comprar los artículos más imprescindibles. Actualmente un kilo de carne cuesta entre 5 y 6 millones de bolívares.
"Cinco ceros menos, para que tengamos un nuevo sistema financiero y monetario de estabilidad", dijo Maduro al anunciar la reconversión, insistiendo en que la hiperinflación se produce "porque hay una guerra contra la moneda local", que incluye la extracción de los billetes -en grave escasez- hacia otros países, como la vecina Colombia.
La familia del "Bolívar Soberano", lanzada en marzo con el recorte de otros tres ceros fue rápidamente devorada por la hiperinflación, que según el FMI podría escalar a 1.000.000% al cierre de 2018. "La guerra criminal se llevó el cono monetario de Venezuela, se llevó el billete de los venezolanos, pero se acabaron las mafias (con la reconversión), les quemamos el billete en las manos", fue la curiosa arenga de Maduro a su Gabinete este miércoles.
La serie de reconversiones monetarias del chavismo, ante el volcán inflacionario, arrancó en 2008 con el fallecido presidente Hugo Chávez eliminando tres ceros al bolívar. El nuevo cono estará integrado por monedas de 0,5 y 1 bolívar y billetes de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500.
El rezago en la impresión de billetes ante la inflación y la devaluación han generado escasez de efectivo, según especialistas. El director de la firma Econométrica, Henkel García, considera "prácticamente imposible" que la reconversión anunciada por Maduro esté lista para el 20 de agosto. El presidente había aceptado, también por solicitud de la banca, que el nuevo cono monetario conviva temporalmente con los billetes actuales. "Es muy difícil la convivencia del cono actual con el nuevo, su manejo sería en extremo confuso", indicó García en Twitter.
Para los líderes opositores, como Henrique Capriles, "quitarle ceros a la moneda no resuelve el problema" de la hiperinflación. "Aquí el tema no es el nuevo cono monetario (...); es un caos, es un drama lo que se vive en nuestro país, y lo que queremos es una solución", indicó Capriles.
Como si no llevara años en el poder, Maduro aseguró que "Venezuela pide a gritos una revolución económica", al tiempo que anunció que "exonerará de impuestos por un año a todos aquellos que traigan bienes de capital, materias primas, maquinarias, insumos y agroinsumos".
El mandatario admitió que existen fallas de producción en el país petrolero, que padece una grave escasez de alimentos, medicinas y todo tipo de bienes básicos. "Veamos los resultados en algunas importantes empresas del Estado, que en vez de estar en la punta productiva (...), al contrario, por falsos modelos de gestión supuestamente socialistas, las han hecho estancarse, o peor aún, retroceder", criticó.
Anunció además que presentará ante la oficialista Asamblea Constituyente, que rige el país, un "proyecto sobre ilícitos cambiarios (...) para incentivar y permitir la inversión en moneda extranjera". "No le tengo miedo al debate", acotó el mandatario, sin dar detalles sobre la propuesta. En Venezuela rige un estricto control cambiario desde 2003 con el que el gobierno monopoliza las divisas.
Maduro también dijo que entregará al Banco Central de Venezuela (BCV), a través de la petrolera estatal PDVSA, un "bloque completo de reservas petroleras certificadas" de 29.298 millones de barriles de crudo, que están en la Faja Petrolífera del Orinoco, amplio territorio de unos 55.000 km2 en el sureste de Venezuela. "Para entregárselo como parte del respaldo de la emisión de activo financiero y como parte de la reserva financiera del BCV", dijo el mandatario.