INTERNACIONAL
para enfrentar la pospandemia

Londres: crece la idea de un impuesto a los superricos

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City. Corazón financiero de la capital. Sus 147 multimillonarios poseen más de 800 mil millones de dólares. | cedoc

¿Y si se impusiera a los más ricos contribuir a la recuperación tras la pandemia? La idea gana terreno en el Reino Unido, un país conocido por su generosidad con las grandes fortunas y en el que la crisis sanitaria amenaza con exacerbar las desigualdades. 

Las consecuencias económicas de la crisis sanitaria se anuncian duras: desempleo masivo, quiebras en serie, empobrecimiento de los más vulnerables. Pero para los multimillonarios, el nuevo mundo podría parecerse mucho al viejo.

Los activos de las mil mayores fortunas del Reino Unido se han reducido en 54 mil millones de libras (68 mil millones de dólares) en solo dos meses por el impacto de la pandemia, pero se mantiene en 743 mil millones de libras.

En el país hay 147 multimillonarios y Londres es su capital mundial, encabezada por el inventor James Dyson, conocido por sus aspiradoras sin bolsa, con una fortuna estimada en 16.200 millones de libras. 

“El dinero sigue lloviendo en la cima”, dice Rowland Atkinson, profesor de la Universidad de Sheffield, y autor del libro Alpha City: How London Was Captured by the Super-Rich.

Algunos multimillonarios han sido acusados durante la crisis sanitaria de querer aprovecharse de las ayudas públicas, recurriendo a préstamos o sistemas de desempleo parcial, para redondear sus negocios. En particular, Greenpeace ha acusado a Richard Branson, fundador de Virgin, de no haber pagado impuestos en el Reino Unido durante 14 años y exigir ahora al gobierno que salve a su aerolínea Virgin Atlantic. 

El gobierno de Boris Johnson gasta actualmente decenas de miles de millones de libras para amortiguar el choque y evitar un daño social excesivo. Pero el déficit se disparará a casi 300 mil millones de libras en un año y su financiación será una pesadilla para los conservadores, que tradicionalmente han sido reacios a gravar a los ricos. 

Esta vez al gobierno le va a costar no incluir a los súper ricos en el esfuerzo nacional para evitar recortes excesivos en los servicios públicos, después de que trabajadores con bajos ingresos, especialmente los del sector de la salud, hayan arriesgado sus vidas en la lucha contra el virus. “En el contexto actual, no veo apoyo político para más recortes” públicos, afirma Arun Advani, profesor de la Universidad de Warwick, en el centro de Inglaterra.

“El gobierno ha demostrado que puede hacer algo radical ahora, como financiar el desempleo parcial o apoyar a los trabajadores autónomos. Soy optimista de que va a hacer nuevas propuestas para aumentar los impuestos” a los más ricos. 

Una encuesta de YouGov publicada a mediados de mayo mostró que el 61% de los británicos está a favor de un impuesto sobre el patrimonio para las fortunas de más de 750 mil libras. 

Muestra de que la ansiedad crece, el diario económico Financial Times organizó una sesión de preguntas y respuestas para sus lectores el mes pasado sobre el funcionamiento de un impuesto sobre el patrimonio, que atrajo un número récord de comentarios. 

Richard Murphy, profesor de la City University de Londres, cree que el gobierno tiene muchas herramientas a su disposición para gravar a los más ricos sin imponer necesariamente un impuesto sobre el patrimonio. Gravando más los ingresos de capital, para ponerlos al mismo nivel que los del trabajo, ingresarían 174 mil millones de libras en las arcas públicas cada año. Esto financiaría en gran medida el presupuesto anual del sistema de salud, de unos 120 mil millones de libras.