Los rescatistas tratan de llevar su ayuda a las regiones devastadas por el tsunami que siguió a una erupción volcánica en Indonesia, que dejó 400 muertos, pero la falta de agua potable y de medicamentos complicaba su tarea y afectaba a miles de personas refugiadas en centros de emergencia. El tsunami golpeó el sábado el litoral del estrecho de la Sonda, que separa las islas de Sumatra y Java, y dejó al menos 429 muertos, más de 1.485 heridos y 154 desparecidos, según el último balance de la Agencia nacional de gestión de catástrofes.
Por si fuera poco, este martes, una falsa alerta provocó el pánico entre los habitantes de la localidad, que temen un nuevo tsunami, mientras se reducen las reservas de agua y de medicamentos. "Muchos niños están enfermos, tienen fiebre, dolor de cabeza y no tienen suficiente agua", explicó Rizal Alimin, un médico de la organización "Aksi Cepat Tanggap", en una escuela transformada en refugio improvisado que recibe a algunas de las 5.000 personas fueron evacuadas a causa de la destrucción de sus hogares.
Los rescatistas hacen llegar las ayudas principalmente por tierra mientras dos barcos del gobierno abastecen a varias islas cercanas a las costas de Sumatra, donde los habitantes están atrapados. Socorristas con excavadoras y otros equipos tratan de retirar los escombros, y algunos rescatistas trabajan sin herramientas.
Abu Salim, voluntario de la asociación Tagana, explicó que los trabajadores humanitarios apenas consiguen estabilizar la situación. "Hoy, incidimos en la ayuda a los refugiados que están en los centros, instalamos cocinas, distribuimos equipos logísticos y más tiendas en los lugares más adecuados", indicó a la agencia AFP. La gente "sigue sin tener acceso al agua potable. Muchos refugiados fueron a zonas altas y no hemos logrado llegar a ellos".
El tsunami se produjo luego de una erupción y aparente deslave en Anak Krakatau, una isla volcánica que se formó a principios del siglo XX cerca del sitio de la catastrófica erupción de Krakatoa en 1883.
Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia de Mitigación de Desastres de Indonesia, dijo que más de 1.600 personas fueron desplazadas y que había una necesidad urgente de maquinaria pesada en la lejana localidad de Sumur, una zona de difícil acceso que sufrió graves daños. Algunos poblados han quedado aislados debido a carreteras y puentes dañados, lo que dificulta el suministro de asistencia y la ayuda para las personas que podrían estar lesionadas o atrapadas.
Este martes, fuerzas militares, el personal del gobierno y voluntarios todavía buscaban cadáveres y personas heridas entre las playas llenas de escombros. Donde encontraban víctimas, se colocaban bolsas para cadáveres amarillas, naranjas y negras. Y los familiares lloraban mientras identificaban a los muertos.
En alerta. Los expertos avisaron que existe un fuerte riesgo de nuevas olas mortales a causa de la actividad volcánica. La ola provocada por el volcán conocido como el "hijo" del legendario Krakatoa, el Anak Krakatoa, arrasó cientos de edificios en las costas meridionales de Sumatra y en el extremo occidental de Java. Numerosos refugiados temen regresar a sus casas.
La Agencia de Meteorología, Geofísica y Climatología pidió este martes a las personas que se mantengan a por lo menos 500 metros (1.640 pies) de la línea costera del Estrecho. Su directora, Dwikorita Karnawati, dijo que es posible que se presenten fuertes oleajes y lluvias, y que las laderas del volcán son propensas a colapsar, y agregó que las condiciones meteorológicas y las continuas erupciones “podrían causar deslaves en las paredes del cráter hacia el mar, y tememos que eso pueda generar un tsunami”.
Indonesia, una de las zonas más proclives a sufrir catástrofes de la Tierra, se encuentra en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, donde coinciden placas tectónicas y se producen una gran parte de las erupciones volcánicas y sismos del planeta. El Anak Krakatoa es una pequeña isla volcánica que surgió en el océano medio siglo después de la mortífera erupción del volcán Krakatoa de 1883. Es uno de los 127 volcanes activos de Indonesia.
En aquella ocasión, una columna de cenizas, piedras y humo salió expulsada a más de 20 km de altura, sumiendo a la región en la oscuridad y provocando un enorme tsunami que tuvo repercusiones en todo el mundo. La catástrofe dejó más de 36.000 muertos. El 26 de diciembre de 2004, un tsunami desencadenado por un sismo submarino de magnitud 9,3 frente a las costas de Sumatra, en Indonesia, causó la muerte de 220.000 personas de varios países del océano Índico, 168.000 de ellas en Indonesia.
20 fotos de la devastación que dejó el tsunami volcánico de Indonesia