Esta nueva edición semanal del L´Osservatore Romano en lengua española, está encabezada por palabras dirigidas por el Papa Francisco a los trece nuevos cardenales: “Pastores cercanos al pueblo”. En esa alocución, cuyo texto completo se publica en este ejemplar, el Santo Padre les expresó durante el Consistorio realizado en la basílica vaticana para tal fin palabras muy cercanas y profundas, como las siguientes: “Queridos hermanos: Todos nosotros queremos a Jesús, todos deseamos seguirlo, pero tenemos que estar siempre vigilantes para permanecer en su camino. Porque con los pies, con el cuerpo podemos estar con Él, pero nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino. Pensemos en los muchos tipos de corrupción en la vida sacerdotal. Así, por ejemplo, el rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente. Y tú ya no serás el pastor cercano al pueblo, sentirás que eres sólo “la eminencia”.
Cuando sientas esto, estarás fuera del camino”. En esta edición especial, la mitad de sus páginas están dedicadas a detallar la biografía de cada uno de los trece nuevos cardenales creados ese 28 de noviembre por el Sumo Pontífice.
Comenzado el período litúrgico del Adviento que nos va acercando a la Navidad, el Papa Bergoglio celebró la Misa del comienzo de esta celebración, cuya homilía se transcribe en forma completa y oficial. En la misma, el Santo Padre expresó, alertando sobre los riesgos del sueño interior de la indiferencia que: “¿Cómo podemos despertar de este sueño de indiferencia? Con la vigilancia de la caridad. Para llevar luz a aquel sueño de la mediocridad, de la tibieza, está la vigilancia de la oración.
Para despertarnos de este sueño de la indiferencia está la vigilancia de la caridad. La caridad es el corazón palpitante del cristiano. Así como no se puede vivir sin el
latido del corazón, tampoco se puede ser cristiano sin caridad. Algunos piensan que sentir compasión, ayudar, servir sea algo para perdedores; en realidad es la apuesta segura, porque ya está proyectada hacia el futuro, hacia el día del Señor, cuando todo pasará y sólo quedará el amor. Es con obras de misericordia que nos acercamos al Señor”.
Carta de Francisco: "Confieso que algunas cosas de la Argentina me preocupan"
«En el mundo con la fuerza y la creatividad de la vida de Dios en nosotros: así sabremos fascinar el corazón y la mirada de las personas con el Evangelio de Jesús, ayudaremos a que fecunden proyectos de nueva economía inclusiva y de política capaz de amor»: esta es la consigna que el Papa Francisco confió con un video mensaje a los participantes del décimo Festival de la doctrina social de la Iglesia, que se abrió el 26 de noviembre en Verona —y en varias ciudades italianas a través de conexiones por internet a causa de la pandemia— sobre el tema «Memoria del futuro». El texto completo se incluye en la página tercera de esta edición del periódico de la Santa Sede.
Como es habitual, se incluyen en forma completa las tradicionales homilías del Sumo Pontífice en el Ángelus dominical y en la Catequesis durante la Audiencia General. Al finalizar la primera de ellas, Francisco expresó su cercanía a las poblaciones de América Central golpeadas por fuertes huracanes. También, y en relación con la situación de pandemia que continúa azotando el mundo, el Papa hizo un llamado especial: “Tratamos de sacar el bien también en la difícil situación que la pandemia nos impone: mayor sobriedad, atención discreta y respetuosa a quienes estén cerca que pueden tener necesidad, algún momento de oración hecho en familia con sencillez.
Estas tres cosas nos ayudarán mucho: mayor sobriedad, atención discreta y respetuosa a quienes estén cerca que puedan tener necesidad y después, muy importante, algún momento de oración hecho en familia con sencillez”. Finalmente, y prosiguiendo el ciclo catequesis sobre el tema de la oración, el Papa se detuvo «en una dimensión esencial» de esta última: la bendición. En la audiencia general —que tuvo lugar el miércoles por la mañana, 2 de diciembre, sin la presencia de fieles a causa de la pandemia— el Pontífice ofreció en la Biblioteca privada una reflexión sobre la importancia de bendecir, porque «de un corazón bendecido no puede salir una maldición».
J.D. / CP