El ex presidente Lula da Silva, detenido en 2018 y que permaneció en prisión durante un año y medio, retornó esta mañana a la sede del sindicato metalúrgico desde dónde se lo llevó la Policía Federal. Con los mismos invitados que en aquella oportunidad lo acompañaron, el ex jefe de Estado agradeció la restitución de sus derechos políticos ocurrida ayer, por una decisión de la Corte Suprema que anuló todas las condenas que le habían aplicado por supuestos delitos de corrupción. En su discurso, agradeció especialmente al presidente Alberto Fernández.
“El tuvo el coraje de visitarme en mi celda de Curitiba. Recuerdo que le pedí que no diera entrevistas a la prensa, para no ser perjudicado electoralmente por mi visita. Y él me respondió: no Lula no tengo problemas. Vine aquí porque estoy convencido que usted es víctima de la mayor mentira de la historia”. A continuación, Lula recordó al Papa Francisco: “También lo quiero saludar y agradecer que me haya recibido. Con él tuvimos una larga conversación sobre el destino de nuestro planeta”. Para el político, que preside el Partido de los Trabajadores, “el Papa Francisco es el político religioso más importante que tenemos en este momento”.
Una parte notable del discurso del ex presidente fue el agradecimiento al ministro de la Corte Edson Fachin, quien decidió la anulación de todas las condenas. “Me sentí feliz porque después de todas las mentiras dichas contra mí de pronto pude oír a los ministros Carmen Lucia, Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowsky decir la verdad. Y esto fue transmitido en su totalidad por el Jornal Nacional de la TV Globo”.
Lula recordó que “Hace 3 años me entregué a la Policía Federal, saliendo de aquí, de este edificio, contra mi voluntad”, y añadió: “Tomé la decisión de entregarme porque no sería correcto aparecer como fugitivo. Quería probar mi inocencia y siempre tuve confianza y certeza que llegaría el día en que la verdad triunfará”.
"Sé que fui víctima de la mayor mentira jurídica de la historia brasileña" dijo Lula
Lula se mostró decidido a mostrar su imagen de “paz y amor”: “Cuando marqué esta entrevista muchos se preguntaron cuál sería mi humor. Sé que fui víctima de la mayor mentira jurídica de la historia brasileña; también sé que murió mi mujer Marisa por culpa de la presión de los juicios. No me dejaron ver a mi hermano dentro del cajón. Pero no estoy enojado”.
*Autora de Brasil 7 días. Desde San Pablo, Brasil.