El presidente, Mauricio Macri, y su par de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se reunieron este sábado en el marco de la Cumbre del G20 y hablaron sobre el asesinato del periodista del Washington Post Jamal Khashoggi. Así lo informó el mandatario argentino en conferencia de prensa desde Costa Salguero al dar cierre a la Cumbre.
"Con el presidente de Turquía se habló del tema del asesinato del periodista del Washington Post y los dos coincidimos en que hay que, en los organismos pertinentes, seguir reclamando que se llegue a la verdad", señaló Macri. Durante la reunión, el Presidente y Erdogan también acordaron dar un nuevo paso en las relaciones entre la Argentina y Turquía, con la mira puesta en "dinamizar el intercambio comercial y tecnológico", entre otros puntos de interés común, informó la Casa Rosada.
Según detalló la agencia Noticias Argentinas, el turco le confirmó a Macri el apoyo de su gobierno al ingreso de la Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y le manifestó su intención de incrementar el intercambio comercial entre Turquía y el Mercosur. Además, invitó a Macri a visitar Turquía para mantener una nueva reunión bilateral junto a los equipos de gobierno a fin de avanzar con los objetivos comunes.
Por su cuenta, Macri señaló la importancia de que exista más presencia de empresas turcas en la Argentina y puntualizó que una mayor cooperación en el área tecnológica favorecerá el desarrollo de ambos países. En la misma jornada, Macri se entrevistó con el príncipe Mohamed Bin Salman, de Arabia Saudita, pero con él no surgió el tema del periodista, que fue asesinado dentro de la embajada de Arabia Saudita en Turquía.
La reputación del príncipe saudita, que cayó en desgracia tras el asesinato, pareció recobrarse durante la primera jornada del G20. Su viaje a Argentina fue su primera incursión a Occidente desde que Turquía y la CIA lo señalaron como autor intelectual del crimen. Todos se preguntaban este fin de semana en Costa Salguero cuál de los líderes mundiales se animaría a estrechar primero su mano con el heredero al trono, denunciado ante la Justicia argentina por Human Rights Watch (HRW).
Vladimir Putin, finalmente, fue quien rompió el hielo. Sin sonrojarse, el presidente ruso lo saludó con alegría, chocando las manos varias veces, en lo que pareció un gesto cómplice –tal vez forjado en el último Mundial de fútbol, donde vieron juntos desde el palco el partido entre sus dos países–, segundos antes de sentarse a su lado en el plenario de jefes de Estado.
