Un policía de Hong Kong le disparó a un manifestante después que él y su unidad fueran atacados durante los enfrentamientos en la ciudad. El hecho ocurrió este martes 1 de octubre de 2019 en una de las marchas que se realizan con motivo del Día Nacional de la República Popular China, que conmemora el 70° aniversario de la creación del régimen comunista. Asimismo, se registraron hasta el momento 15 heridos y 51 arrestos.
"Un agente disparó su arma tras ser atacado y el manifestante recibió un impacto en el pecho en el distrito de Tsuen Wan", aseguró un testigo del hecho, según consignó la agencia internacional AFP. El herido fue atendido por los mismo efectivos, antes de la llegada de los servicios de emergencia que finalmente lo trasladaron al hospital.
China celebra este 1 de octubre el 70º aniversario como República Popular, es decir, bajo los mandos del todopoderoso Partido Comunista (PCCh), una fecha que el Gobierno quería festejar a lo grande pero que estará irremediablemente empañada por las protestas democráticas en Hong Kong y la guerra comercial con Estados Unidos.
El Día Nacional conmemora la fundación de la República Popular de China, en un discurso pronunciado por Mao Tse Tung el 1 de octubre de 1949 tras la victoria del Partido Comunista, liderado por él, en el conflicto civil contra el Partido Nacionalista o Kuomintang, capitaneado por Chiang Kai Shek, que siguió a la Segunda Guerra Mundial. "El pueblo chino se ha puesto en pie", proclamó en esa ocasión.
El PCCh, fundado casi cuarenta años antes en una casa del barrio shangainés de Xintiandi, se erigió como el único partido -el Kuomintang se exilió con sus seguidores en Taiwán, origen de los problemas entre el continente y la isla-, llamado a gobernar bajo los postulados marxistas-leninistas, aunque siempre con las características propias de China.
"El PCCh ha liderado al pueblo chino en duras y tortuosas luchas que han resultado en la gran victoria de la nueva revolución democrática, la transformación socialista y la construcción socialista (...) La China moderna refleja claramente que sin el Partido Comunista no habría una nueva China", señala el mismo partido.
Heredero de las formas de la administración imperial, basadas en la doctrina de funcionariado meritocrático de Confucio, el PCCh cuenta con 90 millones de miembros cuya representación se destila a través del Comité Central, con unos 400 miembros, y otras estructuras internas hasta llegar a los siete miembros permanentes del Politburó.
Tras la fase inicial de construcción de la República Popular y la posterior purga de la Revolución Cultural, que lideró Mao, su sucesor, Deng Xiaoping, emprendió la transición del PPCh desde un gobierno personalista a uno colectivo dando lugar a una etapa de desarrollo económico y apertura al exterior que llega hasta nuestros días con el mandato de Hu Jintao (2003-2013).
En estas siete décadas, China y el propio PCCh evolucionaron. Primero toleraron y después incentivaron una sociedad de consumo que se cimentó y también alimentó la prosperidad económica de las últimas décadas, en las que el país creció a un ritmo constante que le ha permitido situarse como potencia global. Al mismo tiempo mantuvo el control político en una China donde el crecimiento económico significó también mayor desigualdad y, por tanto, mayor descontento y protesta social.
Según un estudio de la Universidad de Pekín realizado en 2016, el uno por ciento de los chinos acumula un tercio de la riqueza del país, mientras que el 25 por ciento más pobre solo disfruta del uno por ciento de la misma. Yaqiu Wang, la investigadora de Human Rights Watch (HRW) para China, destacó a este respecto la irrupción de Internet en la década de 1990 como "un espacio libre que muchos pensaron que traería la libertad a China".
La "coronación" de Xi Jinping China inauguró otra etapa en su historia con el ascenso de Xi Jinping en el Congreso General del PCCh de 2012. Los expertos coinciden en señalar al actual presidente como el líder chino más importante desde Mao por la reforma constitucional que obró en el cónclave de 2017, con la que consiguió incluir su doctrina 'Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era' y eliminar el límite de mandatos presidenciales.
En plena tensión, Xi Jinping elogió el futuro de las relaciones entre China y Hong Kong
Acto y celebración. Este 1 de octubre es el primer gran acontecimiento de la era Xi, una oportunidad única de poder en la que participaron 15.000 soldados y se exhibirán 160 aviones y otros 580 equipos militares, como los misiles balísticos Dondgfeng-41. "Cuanto más fuertes seamos más energía positiva podremos aportar a la paz mundial", sostuvieron en un comunicado desde el Ministerio de Defensa.
Tiananmen fue fortificada: los hoteles y albergues cercanos pidieron a sus huéspedes que no salgan durante ciertas horas y muchas tiendas y restaurantes tuvieron que cerrar. Además, para asegurarse de que el sol brillara en el contaminado cielo de Pekín, las fábricas y obras de construcción que rodean la capital china tuvieron que suspender sus trabajos. "El partido espera que este acontecimiento refuerce su legitimidad y recabe apoyos, en un momento de desafíos internos y externos", dijo Adam Ni, investigador para China de la universidad Macquarie de Sídney.
Pese al ambiente festivo, el Gobierno chino enfrentó este Día Nacional con dos importantes fuentes de inestabilidad: las protestas democráticas en Hong Kong y la guerra comercial con Estados Unidos. Los hongkoneses suman ya cuatro meses de protestas que comenzaron por la ley de extradición a la China continental y fueron aumentando sus reclamos hasta pedir ahora el sufragio universal. Para evitar una manifestación masiva en esta jornada, las autoridades regionales cancelaron los festejos, aunque se convocó una multitudinaria marcha por el centro de la ex colonia británica.
F.D.S. /FeL
