"Viva Chile mierda", celebró eufórico el presidente de Chile, Sebastián Piñera, luego de enseñarle a las cámaras la prueba de vida de los 33 mineros que quedaron atrapados en una mina hace 17 días. "Estamos bien en el refugio", escribió uno de los trabajadores en un papel que la perforadora con una cámara llevó a la superficie desde los casi 700 metros de profundidad donde está el refugio. Y todo Chile festejó este milagro.
El campamento en Copiapó, en el desierto de Atacama, fue pura emoción y celebración tras más de dos semanas de angustia. Piñera anticipó que el rescate de los trabajadores llevará entre tres y cuatro meses, pero precisó que en las próximos horas recibirán alimentos, agua y medicamentos (sólo tenían víveres para dos días). La perforadora sonda demorará una hora y media en volver a bajar al refugio y por la noche habrá más noticias sobre el estado de salud de los atrapados.
Un operario de una de las sondas le había informado una hora antes a familares que habrían recibido señales de vida desde el fondo de la mina San José, información que les fue confirmada por Piñera y el ministro de Minería Laurence Golborne. Luego, como un héroe, el presidente chileno levantó la bolsa con el escrito y anunció lo que los familiares, asistidos por psicólogos, esperaban escuchar.
"Muchas noches soñé con esta explosion de alegría. A los mineros me los imagino flacos, cansados y sucios, pero enteros y unidos. Resistieron, son un orgullo para este país", expresó con una larga sonrisa Piñera, a quien la supervivencia de los operarios en Copiapó le permtiría mejorar su imagen ante la opinión pública.
En el mes que Chile celebra su independencia, el Jefe de Estado apuntó que "esta es la mejor manera de comenzar a celebrar, pero pero ahora tenemos que seguir trabajando, tenemos que entubar la sonda con alimentos, luz, comunicaciones, pero lo más valioso ya llegó, el apoyo moral".
Más allá de algarabía por la prueba de vida, geólogos y mineros ya advirtieron que la excavación del tunel de 700 metros por el cual los mineros serán rescatados tiene sus riesgos. Según explicaron, un pequeño derrumbe podría volver a sepultar a los 33 mineros, de los cuales uno es de nacionalidad boliviana.
