INTERNACIONAL
tras el ataque de colonos

Mueren dos palestinos en las protestas por el asesinato de un bebé

Ayer a la mañana murió un joven de 18 años. Otro había fallecido el viernes en Gaza. Israel condenó el “terrorismo judío”.

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Agencias
Palestinos y fuerzas israelíes se enfrentaron ayer en Jerusalén Este y Cisjordania, tras la muerte de dos jóvenes palestinos en los incidentes consecutivos al deceso de un bebé, quemado vivo por extremistas judíos.
Laith al-Jaldi, de 18 años, murió ayer por un disparo en el pecho que había recibido el viernes durante las protestas por la muerte de un bebé de 18 meses supuestamente a manos de colonos extremistas judíos. El viernes había muerto en las protestas otro palestino, de 27 años, en la Franja de Gaza.
Ayer por la mañana, el ejército israelí decretó zona militar la localidad de Kusra, en el norte de Cisjordania, sacudida por violentos enfrentamientos entre palestinos y colonos judíos.
La muerte del bebé, el viernes al alba, en el ataque de extremistas judíos contra la casa de la familia Dawabcheh, en el norte de Cisjordania, provocó una ola de manifestaciones reprimidas por las fuerzas israelíes.
El pequeño Ali, de 18 meses, murió quemado, y sus padres y su hermano de 4 años se debaten entre la vida y la muerte después de que hombres encapuchados lanzaran en el interior de la casa varios cócteles molotov.
El padre, Saad Dawabcheh, tiene quemaduras de tercer grado en el 90% del cuerpo y se encuentra en “estado crítico”, informó el hospital de Beer Sheva, en el sur de Israel.
En cuanto a su esposa y su otro hijo, se encuentran “en un estado muy grave y sus vidas corren peligro”, según el hospital Tel Hashomer de Tel Aviv.

Terroristas judíos. El ataque, cometido por “terroristas judíos”, según la expresión inusualmente dura empleada por el gobierno israelí, es el último de una larga serie de represalias emprendidas por la extrema derecha israelí y los colonos.
Tras cada medida considerada un agravio por la extrema derecha israelí, los extremistas se vengan con los palestinos, los árabes israelíes, los lugares de culto cristianos y musulmanes, e incluso con el ejército israelí.
El miércoles, Israel destruyó dos casas en construcción en la colonia de Betel, cerca de Ramala, y anunció que construiría “inmediatamente” 300 más.
Dos días después, la casa de los Dawabcheh fue atacada por agresores que pintaron en las paredes una estrella de David y las frases “venganza” y “el precio a pagar”, lemas empleados habitualmente por los extremistas judíos.
La mayoría de estos ataques han quedado impunes. Pero el viernes, ante la consternación provocada por las imágenes del pequeño cuerpo de Ali envuelto en una bandera palestina, los dirigentes israelíes, con el primer ministro Benjamin Netanyahu a la cabeza, denunciaron un “acto de terrorismo”.