INTERNACIONAL
Bernardo Borj, analista

“Netanyahu va a pagar un precio”

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Premier. En los últimos meses polarizó al país. | AFP

El sociólogo Bernardo Sorj, director de investigaciones de la Fundación Fernando Henrique Cardoso, analiza las tensiones del gobierno de Benyamin Netanyahu, su situación cuando termine la guerra y el impacto en la sociedad israelí de la sed de venganza ante lo que se vivió el sábado 7. 

—La fecha elegida por Hamás para su ataque no era una casualidad: empezó en el día religioso de Simjat Torá, a casi cincuenta años de la guerra de 1973, que también comenzó en un día religioso, Yom Kippur. Pero, además, fue una ofensiva que también tomó por sorpresa a Israel. Después de ese conflicto, cuando culminó un período de investigación, una de las primeras ministras más populares que haya tenido Israel, Golda Meier, debió renunciar. ¿Imagina una salida similar para Netanyahu? 

—Sin dudas viene una reacción fuerte. El tema es si, más allá de una eventual salida de Netanyahu, va a haber una modificación en la correlación de fuerzas en el Parlamento. Es difícil, hay muchísima polarización. Solo un pequeño ejemplo: esta semana la ministra de Justicia fue a un hospital a visitar a un herido y la gente la expulsó a los gritos, inclusive enfermeros y médicos, como se ve en varios videos. Es muy profunda la situación de desagrado, de rebelión, de protesta de la sociedad civil, pese a la capacidad enorme que están demostrando de movilización: el disgusto con las autoridades es enorme y este gobierno va a pagar un precio. Todo indica que el acuerdo que se hizo para que el opositor Benny Gantz entrara al gobierno, incluye que, después de que acabe el conflicto armado, va a haber elecciones. 

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—Tras los ataques, hay muchos que piden mano dura. 

—Sí, pienso que eso tiene que ver con el sentimiento popular. Hay que recordar que al nuevo gobierno que se formó recientemente entró Gantz y también Gadi Eizenkot, que son dos exjefes de las Fuerzas Armadas. Es decir que ahora las decisiones serán tomadas dentro de una lógica militar, profesional. En segundo lugar, no tengo dudas de que Estados Unidos está también negociando con Israel. Estados Unidos está diciendo: “Preocúpense por la opinión pública internacional, la crisis humanitaria”. El tema principal que pienso que va a contar al final va a ser el costo de vidas humanas de soldados israelíes. 

—En un artículo reciente (https://bit.ly/3RZfE0f), el escritor israelí David Grossman, un reconocido pacifista, muy valiente en sus opiniones, afirma que, después de las escenas que se vieron tras el ataque de Hamás, hay que hacerse una pregunta tremenda:  “¿Qué clase de seres humanos seremos después de ver lo que vimos?”. Grossman teme el efecto de esa sed de venganza. ¿Qué sociedad puede salir después de las imágenes que se han visto el sábado 7? 

—Aconsejo a todos que lean ese artículo, que es corto y es brillante. David Grossman es una de las personas de mayor sensibilidad humana. Inclusive perdió un hijo en la guerra y siguió luchando por la paz. Es el mayor escritor de Israel vivo, que logra decir las cosas en la forma más sufrida y profunda que es posible decir. Con una visión de que Israel está condenada, por un largo tiempo, a ser, en el mejor de los casos Atenas, pero también Esparta.