INTERNACIONAL
regionales y municipales

Nueva estrategia opositora en las elecciones venezolanas

Por primera vez desde 2018, la participación de la oposición será más importante. Habrá observadores de la UE y de la ONU.

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Bandera. Pese a muchas objeciones, la mayoría de los opositores participarán de los comicios. | cedoc

Más de 21 millones de venezolanos están llamados hoy a las urnas, en unas elecciones regionales y municipales que ponen fin al boicot generalizado de la oposición y que contarán de nuevo con observación de la Unión Europea. Las dudas de estos últimos, sin embargo, persisten, ya que tan solo el chavismo cree que habrá garantías suficientes de transparencia.

Está en juego el control de los gobiernos de 23 estados y de 335 municipios,. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha habilitado más de 14.200 centros de votación con más de 30.100 mesas y, tras ensayar el proceso, da por seguro que no habrá contratiempos técnicos.

Nueva estrategia. En el ámbito político, los comicios están llamados a ser un primer atisbo de una nueva estrategia, en la medida en que los grupos que representan a la oposición mayoritaria, englobados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), aceptaron participar de nuevo. Mantienen que no hay garantías, ven más ventajas en tomar parte que en permanecer al margen, como hacen desde las presidenciales de 2018.

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Triunfa así la tesis que mantenían dirigentes como el ex candidato presidencial Henrique Capriles, que ya había abogado por cambiar de táctica para no depender únicamente de la presión internacional contra Maduro, que no termina de traducirse en avances en favor de la democracia o los Derechos Humanos.

Mäs allá de las elecciones, la oposición aspira a relanzar una presión internacional desdibujada desde que numerosos países reconociesen en 2019 a Guaidó como presidente legítimo. Confía en que la investigación formal abierta por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por presuntos abusos contra manifestantes pueda marcar un punto de inflexión para el chavismo. 

La inclusión de dos miembros por la oposición en el CNE es una de las razones del retorno opositor a un proceso electoral, si bien Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional elegida en 2015 y autoproclamado desde enero de 2019 como mandatario legítimo del país, se negó a posicionarse públicamente en favor de la inscripción de candidatos.

Por su parte, el presidente Nicolás Maduro, aspira a dar una “lección de democracia” al mundo, como sostiene que el chavismo ha hecho en 2018 o las parlamentarias de 2020, la última gran cita con las urnas en el país sudamericano, en las que arrasó ante la ausencia de rivales relevantes.

Maduro insistió en que la organización de las elecciones es “impecable” y cargó contra quienes supuestamente intentan obstaculizan el proceso, especialmente Estados Unidos. “Da vergüenza cómo pretenden descalificar las elecciones que se vienen preparando con esmero, con el mejor sistema del mundo para votar”, declaró ante las criticas recurrentes que llegan desde Washington. Para Joe Biden, que mantiene su apoyo a Guaidó, una Venezuela “pacífica, estable y democrática” pasa por la salida de Maduro del poder y una transición que permita organizar elecciones “libres”.

Observadores. Entre las principales novedades de estos comicios está la presencia de una misión de observación de la UE, que mantiene en su lista de sanciones a varios dirigentes chavistas pero accedió a enviar a más de un centenar de observadores, hito inédito desde 2006.

Sin embargo, tanto Maduro como el CNE se han esforzado por dejar claro que no será la misión europea la que determine si los resultados son legítimos o no, especialmente después de que el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, así lo sugiriese en unas declaraciones públicas reprendidas desde Caracas.

El canciller de Venezuela, Félix Plasencia, criticío a la UE por haber prorrogado por un año más las sanciones contra dirigentes chavistas, una “lista negra” que incluye más de 50 nombres. Según Plasencia, es una decisión que no hace sino “torpedear” la “fiesta democrática” de este domingo.

A Venezuela también se han desplazado expertos de la ONU que quieren “dar seguimiento” al proceso y elaborar un informe interno que será remitido al secretario general de la organización, António Guterres. Naciones Unidas ya ha aclarado que tampoco se pronunciará sobre la legitimidad de las elecciones.