Rafael Merchán, exfuncionario de la presidencia de Colombia y uno de los testigos más relevantes en el caso Odebrecht, fue hallado muerto este jueves en su vivienda en Bogotá, convirtiéndose en el segundo involucrado en la causa por corrupción muerto en circunstancias misteriosas. Merchán, de 43 años y quien fue además cónsul colombiano en Londres, había aceptado declarar a favor de Luis Fernando Andrade, antiguo director de la Agencia Nacional de Infraestructura colombiana, en el marco del escándalo de sobornos relacionado con la constructora brasileña.
Por el momento, se desconocen las causas del fallecimiento, si bien las autoridades abrieron una investigación. Amigos de Merchán relataron al diario "El Tiempo" que hacía dos días que no lograban contactar con él y que lo han encontrado sin vida al ir a buscarle. Por su parte, los familiares de Merchán dijeron que "no tenemos porqué pensar que fue presionado" y que su muerte no tiene nada que ver con los procesos en los que trabajó, según "Caracol Radio". Los familiares dijeron que la muerte de Merchán, al parecer un suicidio, fue "una decisión personal y autónoma".
El presidente de Colombia, Iván Duque, expresó sus condolencias a los familiares y amigos de Merchán, a quien ha calificado como un "buen amigo": "Lamento profundamente la muerte del buen amigo y joven dirigente político Rafael Merchán, quien fue edil, cónsul y secretario de Tansparencia de la Presidencia de la República. Toda nuestra solidaridad y condolencias para sus familiares y amigos", indicó a través de un mensaje en su cuenta de Twitter.
El hijo de un testigo del Caso Odebrecht murió envenenado con cianuro
Merchán se convirtió así en el segundo testigo del caso Odebrecht que aparece muerto después de Jorge Enrique Pizano, antiguo alto cargo de la Concesionaria Ruta del Sol II, falleció en noviembre en circunstancias aún no esclarecidas.
La megacausa judicial contra Odebrecht, una ramificación del caso "Lava Jato", estalló en Brasil pero poco a poco se fue descubriendo que actuó de la misma forma en otros países de América Latina. En Perú, los negocios turbios de Odebrecht propiciaron la dimisión del presidente Pedro Pablo Kuczynski en marzo en tanto que en Colombia, la Fiscalía sostiene que la empresa llegó a pagar unos 30 millones de dólares en sobornos para conseguir obra pública.
D.S.
