Por una aplastante mayoría, la Cámara de los Comunes del Reino Unido rechazó este martes el acuerdo de Brexit negociado con la Unión Europea por la primera ministra británica Theresa May, que ahora enfrentará una nueva votación que podría derribar su Gobierno.
El acuerdo fue rechazado con los votos en contra de 432 diputados, frente a 202 a favor, según informó la agencia AFP, pese a las advertencias de May sobre la "incertidumbre" que provocaría esta decisión a poco más de dos meses de la fecha límite del 29 de marzo.
Se trata de una de las peores derrotas que haya enfrentado un primer ministro británico, gracias a los votos de los Conservadores que apoyan la separación de la Unión Europea y del Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte.
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Para profundizar aún más la crisis de su gestión, el líder opositor Jeremy Corbyn, del Partido Laborista, planteó la "moción de censura" (vote of no confidence) para la primera ministra, al argumentar que el Gobierno sufrió una derrota catastrófica. El voto se decidirá el próximo miércoles.
"Acabo de presentar una moción de censura contra este gobierno para que la cámara pueda dar su veredicto sobre su incompetencia", anunció Corbyn.
En su discurso previo a la votación, May afirmó que "tenemos el deber de cumplir con la decisión democrática del pueblo británico", y advirtió que la UE no ofrecería un "acuerdo alternativo". "Un voto contra este acuerdo es un voto por la incertidumbre, la división, y la amenaza real de un no-acuerdo", sostuvo.
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"La responsabilidad de cada uno de nosotros en este momento es profunda, porque esta es una decisión histórica que definirá el futuro de nuestro país por varias generaciones", agregó la primera ministra, que ahora debe decidir entre intentar forzar otra votación, abandonar su cargo, demorar el Brexit o incluso suspenderlo.
May llegó a 10 de Downing Street (sede del gobierno británico) en junio de 2016, luego de que el 52% de los votantes optara por cortar lazos con la Unión Europea, una decisión sorpresiva que generó la renuncia de su antecesor, David Cameron.
Desde entonces, la primera ministra lleva 17 meses de negociaciones con Bruselas, en busca de mantener las estrechas relaciones comerciales con el continente mientras recupera el control de las fronteras, la política migratoria, las aguas territoriales, la jurisdicción legal y los millones que el país aporta al presupuesto europeo. El acuerdo al que llegó en noviembre, como quedó demostrado esta tarde, enfrentó el rechazo de la mayoría de los parlamentarios.
F.F.